¡Prohibido pensar!
Somos parte de una sociedad que vive y convive de manera hipócrita, con doble rasero, leguleya, discriminatoria, racista, clasista y con una pizca de maldad.
Para nuestros amigos, todo está permitido y no se prohíbe ni castiga; para los ajenos, la censura: horca, guillotina, cárceles y destierro.
No podemos pasar por alto los abusos y atropellos contra quienes pensamos diferente; pisamos el siglo XXI, no la Santa Inquisición, el tiempo de la hoguera quedó muchos siglos atrás.
Si hoy nos silenciamos, hacemos mutis y no levantamos nuestra voz de protesta, exigiendo que no se criminalice el derecho a pensar diferente ni se limite nuestra libertad de expresión, mañana serás tú la víctima, quien esté sentado en el banquillo de los acusados.
Tienes el derecho a decir lo que piensas, a compartir información, a estar o no de acuerdo con quienes ejercen el poder y a expresar tus opiniones, y no por ello van a encarcelar a la gente que alza su voz. Nuestra carta magna ensalza el valor de la libertad de expresión, pero pareciera letra muerta. ¿Realmente queremos ser parte de un mundo mejor, de una sociedad abierta y justa en la que todos, sin distinción, accedamos a la justicia y disfrutemos de los derechos humanos? ¿O es pura fantasía?
¡PERUANO, TU VOZ CUENTA! Este nefasto, incompetente y criminal gobierno de turno y los sátrapas del “Kongrezoo” no pueden silenciar tu pensamiento. Vienen constantemente amenazando la libertad de pensamiento con proyectos de ley que, en un abrir y cerrar de ojos, impondrán. ¡Estás advertido! Para ellos no existe tolerancia frente a opiniones y voces críticas que no les son favorables. Hoy, a través de este medio, quiero alzar mi voz de protesta, en nombre propio y en nombre de líderes de nuestra sociedad que, por defender su derecho de pensar diferente y el derecho de sus conciudadanos, les fue arrebatada la vida.
Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas, ya sea oralmente, por escrito o a través de las nuevas tecnologías de la información, y no puede estar sujeto a censura. La libertad de pensar y expresar es un derecho fundamental e inalienable inherente a todas las personas; además, como se reitera continuamente, es un requisito sine qua non para la existencia misma de una sociedad “democrática”.
El filósofo francés Voltaire nos dejó frases que hoy debemos recordar, y las comparto:
“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.”
“Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo.”
He dicho.
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