Préstamos formales en salud
El reciente lanzamiento de Kiwi, una health-tech que promete facilitar el acceso a tratamientos médicos a través de financiamiento, plantea una reflexión sobre las soluciones privadas ante un sistema de salud que, a pesar de los esfuerzos, no logra cubrir las necesidades de todos los ciudadanos.
Con un modelo de financiamiento accesible, Kiwi se presenta como una alternativa para aquellos que, por motivos económicos, no pueden acceder a tratamientos médicos. Sin embargo, aunque la propuesta es válida, no puede sustituir el rol que el Estado debe jugar en la salud pública.
En un país donde la informalidad predomina en muchos sectores de la economía, la deuda de salud se ha convertido en un tema crítico. Muchas familias quiebran cuando un miembro enferma. Según datos del Banco Central de Reserva del Perú, en 2023 el 18 % de los peruanos solicitó créditos informales, y Kiwi señala que problemas de salud es el segundo motivo principal de estas solicitudes.
La falta de acceso a un sistema de salud eficiente y el alto costo de los tratamientos hacen que muchas personas recurran a prestamistas informales o endeudamientos con tasas de interés exorbitantes. Kiwi, al ofrecer una alternativa formal de financiamiento, tiene el potencial de aliviar parcialmente este problema al permitir a los pacientes acceder a tratamientos mediante préstamos con plazos más razonables.
Sin embargo, es importante destacar que, aunque plataformas como Kiwi pueden llenar un vacío en el corto plazo, no deben desviar la atención del problema estructural que enfrenta el sistema de salud en Perú. El sector privado no puede ni debe reemplazar al Estado en la responsabilidad de garantizar la salud pública.
Lamentablemente, es evidente la incapacidad del sistema estatal para proporcionar una cobertura de salud adecuada para todos los ciudadanos. Kiwi puede aliviar la carga de los pacientes, el riesgo de crear un mercado de crédito en salud y también podrá sincerar el verdadero endeudamiento familiar por temas de salud.
Kiwi es vista como una opción válida para quienes necesitan acceso rápido y formal a financiamiento, pero como ciudadanos no podemos ignorar que este tipo de soluciones solo cubren una parte del problema. El sistema de salud estatal sigue siendo insuficiente, y mientras el sector privado ofrece alternativas que buscan parchar la triste situación en la que vivimos, las políticas públicas deben garantizar una cobertura que no dependa de la capacidad de endeudamiento de los pacientes.
Un tema que me preocupa es la seguridad y la protección de los datos personales, lo cual —de acuerdo a Kiwi— está garantizado, pero dados los recientes hechos, es un tema que no puede pasarse por alto. El manejo adecuado de la información sensible de los pacientes debe ser una prioridad para evitar abusos y garantizar la confianza en los sistemas de salud privados.
Viendo el vaso medio lleno, Kiwi puede ser una herramienta útil para quienes necesitan financiación en salud, nos llevará a bancarizar a un gran porcentaje de la población y a conocer la realidad en que vivimos, y eso es un gran paso.
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