Presidenta, “más vale que digan aquí corrió que aquí quedó”

La sensatez no es cobardía. Si bien la Presidenta del Perú está en todo su derecho de trasladarse o viajar a cualquier punto del país en cumplimiento de sus funciones como jefa de Gobierno y de Estado, sin embargo también está en el deber de guardar prudencia y no exponerse a situaciones de riesgo o de acudir a a determinados lugares de ánimos caldeados, cuasi irreconciliables con las autoridades del Ejecutivo, cuyas poblaciones perdieron algún miembro de su familia durante las protestas subsiguientes a la caída del golpista Pedro Castillo, cuyo duelo no terminan de procesar al no haberse individualizado y sancionado a los autores.

Ya no se trata de la persona de Dina Boluarte o de lo quiera o le aconseje hacer su entorno palaciego totalmente desconectado de la realidad, que exacerbarían su orgullo diciéndole que no es opción el mostrarse débil o darle gusto a los que juzgan de radicales, que gritan a cuatro vientos que usted no es bienvenida en el centro y sur del Perú, absteniéndose de visitar esas zonas.

¡No!, ya no se trata de la ciudadana Dina Boluarte sino de quien personifica a la Nación y ésta debe ponderar el momento y el lugar de su presencia en determinados espacios del país, actuar con tacto, no exponer a un mayor desgaste a la figura presidencial, que es lo podría ocurrir ante eventuales reclamos airados de gente huérfana de justicia y que dice sentirse abandonada por el Estado, que podría conllevar insultos y actos de violencia que pudiera sobrepasar la seguridad brindada por los custodios del Orden, Un Mandatario está llamado a preservar en lo posible, la majestad del cargo y por supuesto no arriesgar su integridad personal ni de las autoridades y personas que acompañan la actividad.

Le llamo a reflexión señora Presidenta, está claro que nada le impide recorrer el país entero haciendo sus labores de Estado, pero hay momentos y momentos y los actuales no son los idóneos para sacar a relucir sus atribuciones y prerrogativas, imponiendo su presencia en algunas regiones y más aún durante sus fiestas populares, ya que pudiera ser tomado como un acto de provocación que desencadenase una desgracia que es sensato evitar.

¡Cable a tierra Presidenta Boluarte!, no escuche a esos asesores, entre ellos ministros que vienen declarando de sus próximos viajes al centro y sur del país, no hacen más que exacerbar más los ánimos en contra suya. Si a esas vamos, la jefa de Gobierno puede viajar al VRAEM, zona liberada por el narcoterrorimso y despachar desde allá, ¿Por qué no?, o qué tal hacerlo en las zonas de deforestación de nuestra Amazonía donde vienen matando a los líderes indígenas y defensores ambientales, o tal vez, sin ir muy lejos, visitar y quedarse unos días en Pataz o en cualquier distrito de la sierra de la Libertad donde haya actividad de minería ilegal. ¿Qué tal?

El sentido común estoy segura le llevaría en el acto a rechazar tales propuestas, estos últimos ejemplos claro está, no son equiparables al caso de las provincias donde hubieron muertos en las protestas, ahí se reclama vulneración a los Derechos Humanos, pero igualmente no es recomendable su presencia por allá. “Más vale que digan aquí corrió que aquí quedó”, dice un sabio refrán señora Presidenta.

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