Preservar las futuras pensiones jubilatorias de los trabajadores

Los trabajadores dependientes y subordinados de un empleador de la actividad privada o pública, durante su vida laboral, del dinero que perciben como remuneraciones, por mandato legal (Decreto Ley N.º 19990 y sus normas complementarias), mediante aportes de carácter solidario e intangible, van constituyendo un fondo que les permitirá una pensión cuando —por llegar a la tercera edad— deban dejar de ser “trabajadores” y pasen a la condición de “jubilados”, y perciban una pensión que proviene del fondo que fueron constituyendo durante su vida laboral.
Ese fondo está formado con los descuentos de sus remuneraciones que les hace el empleador y que este debe depositar inmediatamente en la entidad que —por decisión del propio trabajador— administra sus fondos jubilatorios. Hay dos entidades que los administran: la Oficina de Normalización Previsional (ONP) (para el Sistema Nacional de Pensiones) y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que son empresas privadas. El aporte de los trabajadores para sus pensiones jubilatorias en la ONP es del 13 % de sus remuneraciones mensuales, y en las AFP es del 10 % (más un porcentaje de “comisión”).
Se ha informado que en el Congreso han aprobado el octavo retiro de los fondos jubilatorios de los trabajadores en las AFP; ese “retiro” es hasta 4 UIT (S/ 21 400.00), y, pese a las públicas protestas, el Ejecutivo ha indicado que la promulgará.
Si bien esas normas legales no obligan al futuro jubilado a que retire dinero de su fondo jubilatorio, lamentablemente en nuestra “sociedad” no se reflexiona y “quieren” dinero y retirarán cantidades de sus indicados fondos. La consecuencia la sufrirán los trabajadores cuando lleguen a su edad para jubilarse, porque las Administradoras de Fondos de Pensiones no podrán “pagarles” la pensión jubilatoria, ya que el fondo jubilatorio del ex trabajador estará severamente disminuido. ¡Será la desgracia de la subsistencia de los ancianos! Solamente esperarán una muerte miserable.
Los políticos electos para el Legislativo y/o Ejecutivo, tratando de “volverse” populares y sin medir las consecuencias para los trabajadores cuando lleguen a ancianos y no puedan trabajar, reiteradamente “han aprobado” que los trabajadores puedan retirar de esos fondos cantidades significativas de dinero. Con el monto que cada vez han retirado, el fondo va disminuyendo o desapareciendo, de modo que, si llega el momento en que deba terminar su relación laboral y tenga que jubilarse, la entidad “administradora” no tendrá de dónde “sacar” dinero para pagarle cada mes —hasta su muerte— la pensión jubilatoria. Ese pobre anciano pedirá limosna y sufrirá las consecuencias de su desgracia jubilatoria.
¡Lo ocasionan los políticos del Legislativo y Ejecutivo!

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