Premier Vásquez corregida por el viceministro de Minas
El terremoto creado el viernes pasado por la premier Mirtha Vásquez, por su sentencioso discurso en Coracora, capital de la Provincia de Parinacochas, de la región Ayacucho, donde daba por iniciado el plan de cierre sin ninguna posibilidad de ampliación de plazos de cuatro mineras en esa región, tuvo varias réplicas el fin de semana.
La primera, fue la reacción de los gremios empresariales: Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, Confiep, IPAE, cámaras de comercio peruanas con diversos países, y gremios de mypes, entre otros. La posición fue más hepática que docente, de explicar cómo funcionan los planes de cierre y cuáles son las autoridades competentes en pronunciarse sobre la procedencia de ampliación de plazos.
La segunda, fue el comunicado de la Presidencia del Consejo de Ministros, donde mostraba la candelarización de los planes de cierre presentándolos como inexorables. La tercera, fue la presentación en un programa televisivo dominical del CEO de la Minera Ares, titular de dos de las concesiones mineras afectadas: Inmaculada y Pallencata, que explicó con detalle cómo se trabaja con la legislación minera, que los cierres no son casos cerrados mientras no exista incumplimientos de la normativa y haya interés de la empresa en continuar.
La cuarta, fue la del viceministro de Minas, que en simultáneo en otro canal, en primer término hacía el esfuerzo de traducir a la premier Vásquez, afirmando que las mineras tenían posibilidad de pedir más plazos, para luego pasar a desautorizarla afirmando que el pronunciamiento oficial correspondía a las autoridades competentes, es decir: Senace, Oefa, ANA, Dirección de Asuntos Ambientales Mineros y Dirección General de Minería. Precisado inmediatamente después desde la Mina Inmaculada, que hacía 11 meses que tenían una solicitud en trámite, mostrando lo desinformado que estaba la autoridad.
En conclusión, retroceso gubernamental y el supuesto triunfo político de la primera ministra a favor de los antimineros de las provincias ayacuchanas de Lucanas, Parinacochas y Páucar del Sara Sara, fue victoria pírrica.
La pregunta es: ¿qué sigue? ¿Presionar desde el Ejecutivo a las autoridades sectoriales para que no haya ampliaciones? La duda está planteada.
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