Precaria estabilidad del Gobierno afecta la economía
Es un lejano recuerdo la afirmación que la economía y la política peruana marchaban por “cuerdas separadas”. Si bien es cierto que internacionalmente aún nos miran con asombro por la estabilidad de la moneda, el nivel de reservas internacionales y una inflación casi alineada con la tendencia internacional, mérito de la independencia del Banco Central de Reserva, una mirada más aguda nos da señales para preocuparse.
La magra cifra de crecimiento del PBI para este año que el sector financiero lo pronostica en 1.9% y el estimado de -2.5% para la inversión privada, residiendo la apuesta gubernamental en la inversión pública por no tener alternativa, son cifras nada alentadoras.
El gobierno enfrenta dos problemas serios: la falta de confianza para la inversión en el sector minero-energético que siempre ha sido el referente y el descrédito del Ejecutivo y Legislativo, ambos tienen una aprobación de tan solo el 14% de la población.
La falta de confianza tiene dos aristas: 1) la demostrada incapacidad de manejar los conflictos sociales en las industrias extractivas, que se han convertido en trabas para realizar labores exploratorias, construcción de infraestructura y para la continuidad de la producción; y 2) la puesta en duda de la continuidad del gobierno de Dina Boluarte.
Los señalamientos a la presidenta de la República por el financiamiento de campaña con ofrecimientos de cargos públicos se multiplican cada día, resultando nada convincentes el negacionismo que sale de palacio de gobierno. A esto se suman los actos de corrupción, dispendio en ministerios, así como el nombramiento de personas cuestionadas y los ajustes de cuenta entre los círculos de poder.
En el Legislativo, el blindaje entre congresistas, la promoción de leyes con inocultable favoritismo a terceros y el recorte de sueldos a trabajadores, deviene en que todo aquello que se aprueba nazca con cuestionamientos de legitimidad.
El contexto de política convulsa va contaminando la economía, el decrecimiento del PBI del primer trimestre se atribuye a los actos de protesta violenta y a las inundaciones; pero en términos reales lo que significa es la incompetencia gubernamental para manejar situaciones adversas que se presentan en cualquier gestión.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.