PPK-Vizcarra han encanallado al Perú
Alfredo Thorne, el hombre de confianza de Pedro Pablo Kuczynski; el elegido por PPK; el brazo derecho del frustrado CEO del Perú; su ministro de Economía designado antes de juramentar a la primera magistratura, acaba de desinflar el Zepelín que construyera su ex jefe propagando por calles y plazas que este Congreso es “obstruccionista”. Como lider del todopoderoso MEF “tuve todo el apoyo del actual Legislativo. Aprobó mi presupuesto sin cambios significativos y nos dio facultades extraordinarias para legislar sobre todo lo que le solicitamos. En general, mantuve una magnífica relación con el Parlamento”, dijo ayer Thorne mientras lo entrevistaba el periodista Phillip Butters. Voló así en pedazos ese castillo de naipes cimentado, construido y promocionado por PPK y Vizcarra como excusa para esconder su absoluta incapacidad. El obstruccionismo fue un invento publicitario montado por la concentración mediática de la mano de aquellos progre- marxistas que insisten en controlar el Estado sin consentimiento del pueblo. Este slogan surgió para quebrar al fujimorismo, atentando contra la mayoría congresal al extremo de poner en riesgo la estabilidad política y social del país para salvar a este par de presidentes descalificados para ejercer semejante cargo.
La única campaña de oposición al gobierno que hizo el Parlamento -absoluta y afortunadamente categórica y justificada- ocurrió en el terreno ideológico. Fue cuando el exministro de Educación Jaime Saavedra (heredado del humalismo), y su sucesora, Marilú Martens, dieron pase a la degeneración educativa de nuestra niñez y juventud, introduciendo en los textos escolares la nefasta ideología de género. La iniciativa no sólo promocionaba aquel mensaje malvado que “el género lo determina mentalmente cada individuo” -no así el sexo al momento del nacimiento, contrariando claramente la ley natural- sino además alentaba la inclusión de textos pornográficos y aberraciones sexuales en los libros de aprendizaje de los futuros peruanos, invitando a los menores de edad a prácticas definitivamente pervertidas. El Legislativo censuró a Saavedra y controló con rienda corta a Martens. Pero ocurría que el ministerio de Educación manejaba -y aún administra- un presupuesto superior a 2,500 millones de soles exclusivamente para contratar “asesorías”, avisaje e impresión de textos escolares. La prensa corrupta y las oenege vendibles cerraron fila con ambos ministros y acuñaron el mantra “Congreso obstruccionista”, propagándolo 24 horas diarias. PPK y Vizcarra, conscientes de su cercanía con Odebrecht y su medianía como gobernantes, utilizaron esa única campaña opositora del Congreso para escudar sus necedades debajo del paraguas “este Congreso obstruccionista no me deja trabajar”. Lo demás es historia.
Una historia macabra que ha colocado al Perú al borde de un golpe de Estado. ¿La culpa? ¡De PPK y Vizcarra! Dos individuos absolutamente insolventes para ejercer las funciones de jefe de Estado. Inclusive Vizcarra ha llegado al extremo de pactar con la izquierda revoltosa, antiminera, para que se levante violentamente contra este gobierno -su gobierno, que por cierto administra nuestro Estado- si incumpliese el pacto secreto que firmó con los enemigos del país para derogar el permiso de operación para Tía María. PPK y Vizcarra han encanallado al Perú.
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