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Por qué no votar por los candidatos que mienten

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Fecha Publicación: 28/09/2022 - 21:35
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Los candidatos pueden ser diferenciados en dos tipos: los que mienten y los que no mienten, estos últimos, muy raros, pero existen.
Los candidatos que no mienten son íntegros, aun cuando saben que perderán votos por decir la verdad, la dicen; tienen el corazón comprometido con principios y valores superiores y no están dispuestos a negociarlos a cambio de votos.
Reconocerlos es tarea muy difícil para una población acostumbrada a ser engañada por sus gobernantes, que suelen ofrecerles el oro y el moro, y nunca cumplen.
El mayor peligro de elegir candidatos que mienten no es que no cumplan sus falsas promesas, sino que sean instrumentos del mal en contra de sus pueblos, algo que se explica por una verdad espiritual, una persona que miente es influida por el mal, por consecuencia, no hay manera que en su gobierno no sirva a las causas innobles y a la corrupción.
En el debate a la Alcaldía de Lima, hemos visto candidatos que han mentido de modo irreverente, algunos con derroche de histrionismo hasta han invocado a Dios, pretendiendo captar con engaños el voto cristiano, llamándoles: “hermanos”; han prometido volver a Lima una potencia, con delincuencia, hambre y corrupción cero; mientras que otros fantasearon con acabar con la delincuencia o el desorden del comercio informal, con medidas que no les permitirán lograrlo, considerando sus fracasos en anteriores gestiones municipales.
La digitalización de Lima es una peligrosa medida de control de la población que es parte del plan de imposición del Gobierno Mundial, los candidatos que la proponen aparecen con disfraz de ovejas, pero esconden la piel de lobo y sus intenciones de servir a los fines de la élite globalista desde el sillón municipal, para que luego los lleven al presidencial.
Los que más mienten son los que proponen medidas que demandan inversiones millonarias que el Municipio de Lima no dispone, advirtiéndose financiamiento oculto e inconfesables compromisos, que tienen por antecedentes contratos municipales ilícitos que promovieron.
La prueba de la verdad radica en la verosimilitud de las propuestas por la capacidad financiera autónoma de la Municipalidad, entre la efectividad de las medidas, una regla de tres simple, que nos permite identificar a los candidatos de la mentira o de la verdad. Muy pocos dijeron en el debate la verdad.
Importante aplicar la prueba de la verdad también a la vida de los candidatos, su conducta de bien o de mal, prueba mucho más que sus palabras.

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