¿Por qué no estás conforme contigo mismo?

Por lo general con honrosas excepciones, el ser humano es insatisfecho, no se conforma con lo que tiene, quiere más y más, a pesar de que no lo necesita, pero la naturaleza humana es así, lo observamos todos los días, en todas las épocas y en todas las clases sociales, personas, que no se conforman con un solo vehículo, desea dos o tres, que sean último modelo, a otras personas les gusta coleccionar relojes de la mejor marca, otros, les agrada tener diferentes inmuebles, en la ciudad, playa, campo y extranjero, inclusive se cansa de viajar en líneas comerciales, se compran su propio avión o les gusta los yates u otros, se gradúan en tres o cuatro profesiones y no ejercen ninguna, se dedican al comercio, a la bolsa de valores, juegos de azar, el casino, la timba, prestamista, no están conformes con su pareja, mantienen relaciones paralelas, las relaciones no son monógamas sino polígamas, no se conforman con la ropa necesaria, ni calzado, todos los días les agrada cambiar de tenida y zapatos, un claro ejemplo es la expresidenta de Argentina Fernández, otras no se conforman con uno o dos caballos, les agrada tener una docena, que les reporte mayores ingresos económicos.

Siempre a este perfil de personalidades les falta algo en su vida, que no se dan cuenta o no quieren darse por enterados porque no lo internalizan en el fondo del corazón y no desean cambiar de actitud, vemos en la vida diaria que los jóvenes desean ser viejos y los viejos quieren ser jóvenes, no se ubican en el espacio, tiempo y persona, esta clase de seres humanos se autoengañan y no desean abrir los ojos y aceptarse como son, tienen miedo de descubrirse como son, se dan perfectamente cuenta que las personas que lo rodean los alaban por algún interés, pero tampoco les interesa, lo importante son ellos o ellas, a veces esta clase de personas no cambian nunca o las experiencias de la vida los hace cambiar, por lo general no saben escoger pareja, buscan personas que aparentemente sean similares, sin contenidos profundos, que vivan de la apariencia, el qué dirán, sin compromiso alguno, no les interesa el prójimo, les interesa ellos o ellas, no transmiten absolutamente nada, el rostro expresa el vacío de su interior y lo confirman sus actos por su personalidad egoísta.

Esta clase de personas siempre están solas interiormente, viven el momento, llenan sus espacios para aturdirse, son incapaces de dar amor y de recibir, porque no sienten absolutamente nada, están vacíos, son egoístas, narcisos, egocéntricos, avaros, solo gastan por algún interés, caso contrario son coñetes, “no comen plátano por no botar la cáscara”. Cuando llega el verdadero amor, no lo creen, porque en el fondo sienten que no son amados por su inseguridad, ojalá que algunos de estos seres humanos encuentren el amor, la paz y la humildad y descubran que lo material se acaba y lo que perdura es el amor desinteresado, porque algunas veces se disfraza de auténtico y no lo es.

Conocí por temas profesionales a una estudiante universitaria, que no se había criado con los padres sino con los abuelos, la relación con la madre era distante, falta de afecto y comunicación, el padre la abandonó desde pequeña, de buenos sentimientos, que con el tiempo se fue deteriorando, aislando, las relaciones de pareja eran infructuosas, no obstante ser buena en el fondo, se desarrolló en un estado de abandono, ausencia de los padres, que tuvo que protegerse, asumiendo una actitud defensiva frente a ella misma y los demás, desconfiada, manipulando las relaciones a sus intereses, no se había encontrado a sí misma, menos podía dar amor, a pesar de la ayuda que se le otorgó, nunca reflexionó, ojalá que sea feliz.

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