¿Por qué decimos que Iván Rodríguez Chávez fue humanista?
A la muerte de Iván Rodríguez Chávez, rector de la Universidad Ricardo Palma, el pasado 29 de diciembre de 2023, que ha enlutado a toda la comunidad académica del Perú, como no podía ser de otra manera, muchos ensayos se escriben sobre su biografía y su legado, y la calificación que más se repite en los destacados articulistas es que fue un fecundo humanista. ¿Qué significa que lo haya sido? Pues que Rodríguez Chávez vivió intensamente y todo el tiempo la cultura, constituyendo el sello de su personalidad. Su carrera fue el conocimiento y el título que obtuvo fue el de sabio. El primero fue producto del convencionalismo al que todos aspiramos para desencadenarnos de la ignorancia con la que nacimos, y el segundo, eso sí, en el formato de pertenencia, fue su exclusiva cualidad intrínseca tal como la de Francisco de Petrarca y Erasmo de Rotterdam, los mayores expresionistas del humanismo durante su génesis. En efecto, toda la vida de Iván Rodríguez Chávez, estuvo determinada en el saber en el tamaño de proyecto existencial, para crear las condiciones que permitan asegurar la formación integral de la persona humana. Esa fue su mayor preocupación, y dio ejemplo de ello, a lo largo de su proceso profesional e intelectual, cultivado en San Marcos como educador y abogado. De allí que eso fue lo que hizo en su vida, siempre estelar, consagrada a la universidad peruana, espacio que fue para él su estado de naturaleza. Rodríguez Chávez era de los pocos que aterrizó la necesidad de invertir en la educación de los peruanos y en esa preocupación fue muchísimo más lejos de los proyectos educativos prometidos al por mayor por los políticos del tiempo que estuvo en este mundo. Fue un convencido de que mientras no se invirtiera en la formación de los peruanos, todo lo que se pudiera hacer pensando en el desarrollo nacional, realmente era en vano y no se equivocó. Su poderoso argumento, que jamás pudo ser rebatido, era que la inversión en la persona humana debía ser la más importante capitalización del Estado que los burócratas del ministerio de Economía, siguen viendo cómo gasto.
La última vez que lo vi fue para la celebración del día del maestro en la Universidad Ricardo Palma en que, percatándose de mi presencia, tuvo la deferencia de invitarme para acompañarlo en la mesa de honor, en reconocimiento de mi condición de excanciller -también lo hizo en esa misma ocasión, con el Dr. Edgar Vásquez Vela, exministro de Comercio Exterior y Turismo, hoy director de la Escuela de Administración de Negocios Globales de la URP-. Rodríguez Chávez estaba en todas. Fue maestro todo el tiempo y en todos los actos de su vida, y precisamente por su sólido humanismo, yacía enseñando a valorar las formas, también todo el tiempo. Fue intenso en su cotidianidad y su mirada del país en prospectiva lo plasmó en su visión acerca de la nueva peruanidad que expuso con la brillantez que nos tenía acostumbrados en el acto de su incorporación como académico de número de la prestigiosa Academia Peruana de la Lengua el 28 de agosto de 2023, y en el que hizo gala de su erudición histórico-literaria, repasando los diversos momentos en que se fue construyendo la peruanidad, focalizando su discurso en el valor de nuestro mestizaje. Rodríguez Chávez fue un líder innato y eso explica que fuera rector por 27 años consecutivos de la URP y 3 veces elegido presidente de la entonces Asamblea Nacional de Rectores. Honor y reconocimiento a este Magnífico y humanista de nuestra cultura contemporánea. ¡Descansa en paz, extraordinario rector y amigo!
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