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Populismo constitucional (II)

Fecha Publicación: 13/07/2020 - 21:50
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En la primera parte de este artículo, detallé cómo el domingo 5 de julio diversas bancadas dieron el paso inicial para introducir tres reformas constitucionales con la votación calificada necesaria para no tener que recurrir a la confirmación por referéndum.

La primera reforma elimina la inmunidad de los congresistas, del presidente de la República, así como de otros altos funcionarios que gozan de ella. La segunda reforma establece impedimento para postular a cargos de elección y ser designado en cargos de confianza en el sector público a toda persona con sentencia condenatoria de primera instancia, cualquiera sea el delito y pena. La última reforma fija el 6% del PBI como mínimo presupuesto anual para Educación.

La primera reforma causó inmediato llanto y crujir de dientes en burócratas del Poder Ejecutivo y hasta la presidenta del Tribunal Constitucional y el Defensor del Pueblo. La excusa mayor fue que no se había debatido lo suficiente ni consultado y obedecido a expertos como merece una reforma constitucional.

El más activo de los burócratas del Poder Ejecutivo fue, como era previsible, el propio inquilino de Palacio de Gobierno.

Fue tal el oleaje levantado por estas críticas que la playa política terminó con varios cuerpos varados, casi exánimes, desde el muy marcial (me refiero a sus mensajes favorables a eliminar la inmunidad de todos) congresista de Podemos, hasta el propio presidente de la Comisión de Constitución, que intentaron desmarcarse de su protagonismo en el “inmunicidio” pretendiendo pasar por sorprendidos y hasta pidiendo perdón por su dizque error. Para lograr el perdón sobre todo presidencial ofrecían, contritos, desandar el camino.

Por supuesto el coro de críticos poco dijo de las otras dos reformas, menos estudiadas y debatidas que la primera. Si algo dijeron fue para reclamar, olvidándose del supuesto de mayor debate y reflexión, que se ratifique en segunda votación el impedimento para condenados en primera instancia, pese a que además viola los principios de presunción de inocencia, de pluralidad de instancia y debido proceso.

Un desafortunado tuit lanzado por una conspicua congresista acciopopulista saludando la reforma porque supuestamente alcanzaba a Keiko Fujimori, demostró que esa reforma se gestó pensando erradamente en la lideresa de Fuerza Popular que ni acusación fiscal tiene.

La invocación de M. Vizcarra este domingo, para que el Congreso se apure en ratificar esta reforma y congele la de la inmunidad, confirma que el Gobierno va a impulsar una condena express contra Keiko en los próximos meses. Chequera tiene.

La advertencia está hecha, ¡habrá que dar la batalla!