Pónganse las pilas, congresistas

El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) propuso en mayo una nueva legislación para suspender y/o anular la inscripción de vigentes/nuevos partidos políticos que usen firmas falsas en sus padrones, para garantizar la fiscalización y transparencia del sistema. Aquellos que infrinjan estos principios serán retirados del proceso de inscripción de partidos. Esto abarca tanto a los nuevos como a los ya registrados, si se prueba que para su inscripción apelaron al fraude; incluyendo responsabilidades penales para aquellos dirigentes y/o fundadores de esos partidos involucrados en falsificación de documentos. Y sin perjuicio de mantener sorpresivas y constantes fiscalizaciones a dichas organizaciones partidarias.
En simultáneo, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) reportó más de 300,000 firmas falsas en los padrones de diversos partidos políticos. Y esto debiera generar una severa reacción ciudadana, visto que implica un primer indicio de intención de fraude por organizaciones microscópicas izquierdistas, de corte extremista; y de otras que se hacen llamar partidos políticos, dispuestas a trampear a los peruanos para imponer sus protervos propósitos usualmente socialistas.
El mencionado proyecto de ley plantea suspender el proceso de inscripción de los partidos en formación, si se detectasen firmas falsas y/o afiliaciones irregulares; así como anular la inscripción de partidos ya registrados, si se comprueba que lograron su inscripción mediante fraude. Esta medida incluye denunciar —penalmente— a los dirigentes y/o fundadores de aquellos partidos involucrados en la falsificación de documentos; independiente de una fiscalización permanente a esas organizaciones usando técnica de reconocimiento biométrico y pericias grafotécnicas.
Sin embargo, el Congreso todavía no se da el tiempo para evaluar la propuesta del Jurado. Hasta ayer, la Comisión de Constitución sólo había citado al presidente del JNE, Roberto Burneo, y a la jefa del Reniec, Carmen Velarde, para que expliquen las acciones adoptadas frente a aquellas irregularidades detectadas. ¡Pero, los meses vuelan! ¡Falta menos de un año para las elecciones 2026! Consecuentemente, el debate de la propuesta del JNE requiere iniciarse ya. Pero esa no es la percepción de los tiempos por parte de nuestros gloriosos padres de la patria, acostumbrados a hacerlo a última hora para evitar definir correctamente las cosas, demostrando su inveterada irresponsabilidad.
Si esta sociedad fuese consciente, debería protestar contra el Congreso exigiendo no solo prontitud, sino convocar a los mejores especialistas en asuntos electorales —exceptuando al inefable Tuesta Soldevilla, por favor— para asegurarnos unos comicios verdaderamente limpios.
Resulta impresentable que el Congreso peruano continúe “evaluando” la propuesta del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para sancionar a los partidos políticos a los cuales se les han detectado firmas falsas en sus padrones de afiliación. Tanto la Ley de Organizaciones Políticas como la Ley Orgánica de Elecciones, para reforzar la fiscalización, requieren establecer sanciones muy severas —no sólo gremiales sino personales— para, de una vez por todas, asegurarles a los peruanos que los comicios en su país no estafan al ciudadano, como hasta ahora ha venido sucediendo por culpa de infames autoridades a cargo de conducir el Jurado Nacional de Elecciones.

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