Política sí, pero de la buena
Repasaba la vida de Juan XIII y las reformas a la iglesia católica durante su papado. Entre otras importantes, la que más me hizo reflexionar fue aquella para que las misas puedan realizarse en el idioma de cada país. Recordemos que, hasta la década del sesenta, los sacerdotes celebraban las misas de espaldas a los feligreses y en latín. Juan XIII fue pionero en su tiempo, atinó a establecer un principio básico en lo que es la comunicación. Hoy la comunicación, sea oral u escrita, se basa sobre el principio de la sencillez a fin de que todos puedan entender el mensaje.
El contexto del papado del llamado “Papa Bueno”, se desarrolló durante el inicio de la guerra fría; la construcción del muro de Berlín y luego la crisis de los misiles; acciones efervescentes que ponían en riesgo la paz mundial, ante la cual Juan XIII supo afrontar, emitiendo mensajes claros ante las potencias mundiales, Estados Unidos y Rusia.
El Papa fue criticado por sus propios obispos y excelencias religiosas, porque según ellos era muy protagonista ante los medios de comunicación; lectura antojadizamente errada y llena de envidia por parte de algunos de sus colaboradores; sin embargo, leyendo la historia hoy, lo que hizo el Papa fue usar los medios de comunicación para hacer llegar sus mensajes hacia el mundo.
Juan XIII fue elegido porque según los cardenales viviría poco –él tenía 77 años al momento de su elección– porque sólo sería un Papa de transición y no haría grandes reformas. Bueno en realidad Juan XIII vivió cuatro años más, pero su pontificado fue el inicio de la modernización de la iglesia en siglo XX.
¿Hubo o no política en la gestión de Juan XIII? Claro que sí. Usar el poder de los medios de comunicación, saber intervenir abiertamente en el contexto mundial de la guerra fría, y realizar inclusive acciones de apertura hacia el mundo, fueron aspectos que se merecen resaltar de su pontificado. Inclusive “osó” recibir a Rada Kruscheva, hija de Nikita Kruschev, presidente de la Unión Soviética en ese entonces.
No olvidemos que la política son gestos y que al final, los gobernantes –religiosos o no– usan estos para sensibilizar a la población u otros gobernantes, con el propósito de generar cambios
Juan XIII, debe ser un ejemplo para la generación actual. ¿Usó la política? Sí, pero de la buena.
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