Política con “P” minúscula o con “p” de perversión
Lamentable que el jueves último el gabinete presidido por la excongresista Vásquez, del grupo del excura Arana, haya obtenido el voto de confianza del Congreso de la República.
Ello pese a que al inicio de su presentación, y por escrito, había dejado constancia de que es parte de esa perniciosa campaña del marxismo filoterrorista de una Asamblea Constituyente y nueva Constitución, bajo el eufemismo de “un nuevo pacto constitucional”. Más aún cuando en la parte final de su alocución ratificó que el gabinete que preside es lo mismo que el gabinete que presidía su antecesor Bellido.
Según el Reglamento del Congreso, artículo 52°, penúltimo párrafo, “Los acuerdos se toman con el voto de la mayoría simple de todos los miembros presentes al momento de la votación, incluido el voto del presidente.” Respecto al voto de confianza al gabinete ministerial, dado que no existe norma especial, se aplica la norma reglamentaria antes glosada.
El jueves 4 de noviembre último, al momento de votarse la confianza estaban presentes 127 congresistas, incluida la presidenta del Congreso, que dirigía la sesión plenaria.
Entonces, la confianza al Consejo de Ministros requería 65 votos afirmativos, no que el Sí superara al No. El gabinete obtuvo 68 votos. Logró superar la valla de los 65 votos porque hubo 5 votos sorpresa, 3 de congresistas de la bancada de Avanza País, partido que lidera Hernando De Soto y 2 de congresistas de la bancada de Renovación Popular, partido que lidera Rafael López Aliaga.
Cierto es que los congresistas no están sujetos a mandato imperativo, pero más cierto aún es que debe haber consistencia, coherencia con los postulados de las organizaciones políticas que los auspiciaron o llevaron a una elección popular. Coherencia más exigible aún cuando se trata, como es el caso, de escoger entre la alternativa pro sistema frente a la alternativa antisistema.
Ufano el inquilino de Palacio de Gobierno se paseó al día siguiente desafiando a las bancadas ajenas al partido cerronista que lo llevó al poder.
“A mí no me preocupa la oposición, a mí no me preocupa lo que aquellos que todavía no conciben haber sido derrotados… (sic)”, espetó el ladino en tono confrontacional y obviamente despreciativo del voto favorable de aquellos que no pertenecen al partido del lápiz . ¡Tomen mientras!
Así las cosas, hay por lo menos varios personajes que perdieron ya todo derecho a asombrarse por los destapes que están habiendo y habrá en torno a los ascensos en las Fuerzas Armadas.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.