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Plurales y objetivos
Sobre mí pueden decir muchas cosas: me pueden acusar de conservador en un tiempo donde se confunde la libertad con el libertinaje, dogmático en mis juicios en una época donde cómodo resulta ser heterodoxo y, aunque he guardado el filo de mi palabra, me he alejado del análisis político, nadie podrá calificarme de intolerante o antidemocrático. Un ejemplo, mi paso por la televisión donde tuve un panel constituido por liberales, apristas, fujimoristas, izquierdistas e independientes. Un equipo fortalecido por el rigor de la experiencia y el vigor de la juventud. Tuve el honor de tener como analistas a los más destacados profesionales e intelectuales. Para mí significa una alegría ver ahora a muchos de aquellos ya no tan jóvenes en sus propias apuestas, como conductores, candidatos o autoridades políticas. Lo mismo en este diario donde gracias a la confianza de su director reunimos a escritores y académicos para que se inauguren como columnistas sin detenernos en sus ideologías, Expreso es el único medio impreso de comunicación que le entrega a la cultura tres páginas todos los días. En los especiales, en las entrevistas, han sido publicados incluso quienes en sus opiniones defenestran contra nuestra línea editorial. Un diario debe tener una línea editorial, pero debe ser plural y tolerante, Expreso es plural en sus publicaciones y es tolerante con aquellos a quienes publica. Gracias a mi labor como conductor, productor, director periodístico o columnista, he conocido a gente maravillosa, analistas furibundos, apasionados opinólogos, lectores agradecidos, poetas que todavía se emocionan cuando me detengo a escribir sobre sus libros, narradores impetuosos y gestores culturales que aún con las instituciones dándoles la espalda persisten en su vocación por promover a sus contemporáneos. Hace dos días, gracias a Bernardo Valdivia, escritor chalaco a quien conozco desde mis épocas cuando conducía un programa de televisión, me reuní con Cristhian Gonzales Rosillo, un joven sanmarquino líder de Dispersión, un grupo literario, que dirige el sello artesanal Noveno Elemento. Cristhian acaba de publicar DSD L XILIO, un arriesgado libro de poemas donde incorpora elementos de la poesía visual, propios de la vanguardia, que lo afirman como una voz a la que debemos seguirle la pista. Además, su talento como editor es admirable, a Bernardo Valdivia le ha publicado su primer libro de cuentos cuyo título es una verdadera invitación para descubrir al más escondido narrador del puerto: CARTOGRAFÍA ONÍRICA DEL KRAKEN, un conjunto de relatos que son un verdadero aporte a nuestro canon. Por iniciativas como Random, Noveno Elemento, Dispersión, y por el espíritu de jóvenes como Gonzales y la ansiedad productiva de Valdivia, vale la pena ser plural, democrático, objetivo, pero, sobre todo, agradecido, con el tiempo que nos ha tocado vivir.