Plagio en tesis de grado académico
Por informaciones periodísticas la opinión pública conoce que algunas “personalidades” han obtenido un grado académico (Magíster o Doctor) con su tesis en la que hay plagio de libros de autores especialistas. Es sorprendente que la tesis haya sido aprobada por su docente asesor y luego sustentada ante el jurado (cinco profesores) en su respectivo examen de grado.
Una tesis para obtener un grado académico en maestría o doctorado –excepcionalmente para optar el título profesional– está sujeta a formalidades académicas (esencialmente: introducción, formulación de la problemática, de hipótesis, objetivos, metodología, justificación, exposiciones de la cuestión, constataciones, postura del tesista, consecuencias, conclusiones, recomendaciones, bibliografía) que inexorablemente debe cumplirse. El graduando tiene que sustentar honestamente el resultado de sus investigaciones. La consulta de autores es referencial haciéndolo constar citando la fuente bibliográfica. Esto no significa que se copie (transcriba) no solamente conceptos sino páginas íntegras como si esos textos copiados sean del graduando. La utilización del plagio, no solamente es responsabilidad del graduando sino del profesor asesor de tesis y los del jurado del examen de grado que consienten y lo aprueban concediéndole el título de magíster o doctor. Se supone que los docentes son profesionales debidamente capacitados, pero no obstante “aprueban” a un graduando con tesis que contiene plagio. Hay responsabilidades: personal en esos docentes, e institucional en la universidad donde se producen tales hechos.
Las autoridades de instituciones de educación superior (universidades públicas y de “las otras”), no obstante que en establecimientos cercanos a ellas hay plagiadores profesionales que hasta en anuncios visibles “ofrecen sus servicios” para “la confección de tesis de grado” “a precios moderados”, jamás han denunciado al Ministerio Público tales actos ilícitos penalmente, con los que además se agravia el derecho de autor al que han plagiado. Tampoco el Ministerio Público ni la policía han realizado las investigaciones pertinentes. El resultado de todas esas ilegalidades académicas y penales es del “tesista plagiador”, de sus docentes que lo han permitido y de quienes se dedican al negocio del plagio. También de las respectivas autoridades institucionales que no lo han denunciado.
Nuestra sociedad y país requiere de magísteres y doctores idóneos, honestos y capaces. También de maestros de educación superior que orienten debidamente a sus discípulos. Lamentablemente hay docentes que en libros “de su autoría” “reproducen” textos de otros autores disimulándolo como “bibliografía”. En el fondo no aportan nada.
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