Petroperú al garete, con US$ 8,000 millones que asumirá el Estado

La inacción, indolencia, incompetencia e irresponsabilidad del gobierno no tiene parangón. Sin duda, este es probablemente el régimen más temerario que ha tenido el país. Lo más preocupante es que esto ocurre en medio de una fortísima incertidumbre política, social y económica tanto a nivel nacional como internacional. El régimen presidido por Dina Boluarte, fiel a su estilo desde que asumió el poder, deja pasar las obligaciones que le corresponde asumir en nombre de más de 33 millones de ciudadanos, a quienes mantiene desorientados, abandonados y cada día más empobrecidos, víctimas de la insufrible negligencia de esta calamidad que, indebidamente, se hace llamar “gobierno” peruano.
El Ejecutivo es consciente de la gravísima situación por la que atraviesa Petroperú; sin embargo, ha sido incapaz de adoptar las medidas urgentes que este politizado ente demandaba para evitar su quiebra. Sus propietarios somos todos los peruanos. Sus administradores, unos ganapanes que fingen ser directivos, se llenan los bolsillos y dilapidan miles de millones de dólares, dinero suyo, amable lector, para que este monstruo de mil cabezas siga girando sin solucionar una crisis existencial que arrastra desde hace más de medio siglo.
Ayer, a primera hora, el directorio completo de Petroperú presentó su renuncia. ¿El motivo? Que el Gobierno de Dina Boluarte no ha adoptado una sola decisión sobre el futuro de esta entidad pública, sumida en la más profunda crisis financiera, económica e institucional. El directorio había encendido las alarmas de emergencia apenas fue instalado formalmente, tras analizar la extremadamente grave coyuntura de la empresa. A pesar de todas estas alertas, el gobierno decidió mantenerse impertérrito, ignorando incluso las llamadas, mensajes y requerimientos de los miembros del directorio, quienes buscaban evitar el grave perjuicio que implicaba su renuncia oficializada ayer.
El problema es que el Estado asumirá todas las deudas de Petroperú: ¡US$ 8,400 millones! Una cifra colosal. Para pagarla, urge detener la transferencia de nuevos recursos a Petroperú. Asumir semejante pasivo dificultará aún más la vida de los peruanos, ya agravada por la crisis sociopolítica, económica, financiera y moral que golpea al país. Presidenta Boluarte, entienda que la única salida es privatizar Petroperú. Al menos así se recuperará algo para el Fisco. De lo contrario, si el Estado sigue inyectando fondos a Petroperú por decisión de su temerario gobierno, usted, el premier Adrianzén, el ministro de Economía y todos aquellos que apoyen este atentado contra el bienestar de los ciudadanos, acabarán tras las rejas por malversar las finanzas públicas.
El directorio, presidido por Oliver Stark, denunció que apenas iniciada su gestión, alertó al Ejecutivo sobre la insostenibilidad financiera de Petroperú y la urgencia de adoptar decisiones. Tras un tiempo prudencial sin obtener respuesta, decidió renunciar, dejando claro que no se responsabilizan de las consecuencias derivadas de la inacción del Ejecutivo.

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