Petro, adversario de la inversión
Petro se ha convertido en el obstáculo para la inversión en Colombia. Pese a que el gobernante ha prometido respetar la Constitución, sus frecuentes ataques verbales hacia los opositores generan dudas sobre el riesgo de imponer una constituyente en el futuro. Este comportamiento encuentra semejanzas en su anteriormente elogiado excolega Castillo, calificado de golpista. Es esta misma inestabilidad provocada por Petro en Colombia la que llevó a más de 400,000 jóvenes peruanos a llegar al límite con Castillo y decidir abandonar el país. En respuesta a las recientes demandas de plataformas juveniles regionales por oportunidades sociales y laborales, la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) informó que los viajes al exterior han aumentado un 13% en los primeros meses de este año.
Recientemente, Fujimori ha recordado la historia de Petro como “guerrillero del M19, grupo que asaltó el Palacio de Justicia en 1985”. Al asumir el cargo en agosto de 2022, Andrés Oppenheimer señaló que Petro utilizó la palabra ‘paz’ diecinueve veces en su discurso. Sin embargo, no mencionó cómo planeaba atraer inversiones a Colombia. Petro no está enfocado en la recuperación económica porque habla de reducir la pobreza y la desigualdad, y hasta ahora no ha mostrado creatividad en cómo atraer inversiones.
La reciente propuesta de inversión forzosa ha generado controversia por su posible inconstitucionalidad y su enfoque en políticas desfasadas que podrían perjudicar el sistema financiero, restringiendo la flexibilidad, innovación y crecimiento económico en varios sectores. Aunque los detalles de la norma aún son inciertos, Petro afirmó que busca reactivar la economía mediante leyes que obligarían a los bancos a enfocarse en créditos para la industria, el comercio y la construcción.
La intención de Petro de nacionalizar la salud, las pensiones, la energía y la educación representa una amenaza para la economía colombiana. La falta de claridad en su plan para transitar hacia energías renovables es criticada por expertos. Fitch Ratings anticipa que el gobierno de Petro violará la regla fiscal en 2024 y 2025, impactando negativamente en su recuperación económica. Se olvida de que sin inversión no hay crecimiento.
Si bien es válido que Petro busque atender la desigualdad y fomentar la paz, el descuido de la inversión extranjera es un error que frena el avance económico y el desarrollo sostenible de Colombia, el cual tendrá consecuencias a corto plazo. Actualmente, Colombia es el cuarto mayor inversor en Perú, después de España, Chile y China. La inversión extranjera directa de Colombia en Perú alcanzó los 223 millones de dólares en 2023, marcando un aumento del 35% en comparación con 2022. Ahora, las empresas colombianas muestran un mayor interés en la logística del Puerto de Chanchay, al igual que las chilenas. Para Perú, es un momento importante a fin de atraer inversiones extranjeras colombianas, especialmente cuando el Consejo Empresarial Colombiano prevé que sus inversiones alcanzarán los 400 millones de dólares este año.
El canciller Javier González-Olaechea, al concluir las negociaciones para la suscripción en noviembre de la modernización del TLC entre Perú y China, ha marcado un ejemplo positivo como estrategia para impulsar el crecimiento económico y la diversificación en Perú. Fomentar la colaboración en sectores de alta tecnología y energías renovables no solo ayudará a Perú a desarrollar estas industrias, sino que también lo posicionará mejor en la economía mundial en áreas como infraestructura, salud digital, inteligencia artificial y energía verde.
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