Peruanidad y posverdad
Mi buen buen amigo y colega Raúl Chanamé acaba de publicar un libro con el título del presente artículo que merece ser comentado por sus muchos aciertos. En primer lugar tiene la virtud de la brevedad –escasas 150 páginas– y sin perjuicio de ello es de fácil lectura sustentado en una profunda investigación acerca de la materia, con la facilidad adicional de numerar sus párrafos. En el libro recorre las diversas etapas de la historia patria, desde las primeras culturas prehispánicas hasta llegar a los momentos actuales, con un espíritu objetivo y analítico libre de los prejuicios que desgraciadamente muchas veces desfiguran nuestra historia.
Peruanidad como algunos saben es una palabra inventada por Víctor Andrés Belaunde en un libro cuya primera publicación se remonta a 1943, habiendo tenido desde entonces alrededor de 10 ediciones. Con el autor ha ocurrido algo que muchas veces también pasa con otros, su invención está más grabada en la memoria que su nombre, la Avenida de la Peruanidad en el Campo de Marte es un ejemplo de ello. Sin embargo, Raul Chanamé Orbe no ha incurrido en ese defecto. En los párrafos 291, 292 y 293, con el subtítulo “La Peruanidad Rescatada” alude a Víctor Andrés Belaunde subrayando que: “La Peruanidad aparece como categoría…que va más allá de lo criollo e incorpora a su espíritu lo nativo, no se reduce a lo indigenista ni se congela en lo hispano”. Para luego agregar: “La peruanidad es una síntesis de sujetos, es pluralismo cultural, continuidad histórica y convivencia territorial. Tiempo y espacio en reciprocidad duradera por ello no es homogeneidad, sino multiplicidad de sujetos”. Acertadas palabras que definen bien a Raúl Chanamé en la búsqueda de la verdad.
Desde los orígenes de la civilización en el Perú que probablemente arrancan con Caral, descubrimiento de Ruth Shady, luego con la conquista, el virreinato, la independencia y la república en sus diversas etapas, hasta llegar a la época actual con el fallido golpe de Pedro Castillo, que espero se convierta en una nota de pie de página, Raúl Chanamé recorre nuestra singular evolución. Lo hace en forma amena y acertada, cubriendo la mayoría de los flancos, buenos y malos, tales como la emergencia migratoria, la urbanización rural, el desborde del Estado, la revolución escolar, la explosión universitaria hasta llegar a la modernidad como desafío. Critica y en algunos casos elogia implícitamente, como sin querer queriendo.
En la revisión de toda obra, es legítimo referirse a sus flancos débiles. En ese sentido me parece que Raul Chanamé no ha puesto suficiente énfasis en el esfuerzo constructivo del Estado en escuelas y carreteras, particularmente en ciertos gobiernos como los de Prado, Odría y Belaunde (FBT). Esa determinación se reflejó en el lema “El Perú construye” del primer gobierno de FBT que hoy algún candidato ha plagiado. Ese plagio obedece a la razón que el pueblo peruano demanda más obras de infraestructura. Dicho esto, recomiendo su lectura al público en general como una tarea y afición para conocer mejor al Perú.
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