Perú despliega estrategia de política exterior
Con la reciente publicación del Decreto Supremo Nº 075-2024-PCM, este jueves 18 se ha enmendado la Política General del Estado con la adición del primordial Eje 10, marcando un firme avance hacia un proactivo liderazgo internacional. Dicho Eje 10 incluye objetivos estratégicos para fortalecer nuestros vínculos con la comunidad internacional, priorizando los intereses nacionales.
Entre estos, resaltan la aspiración a la adhesión a la OCDE, la organización y profundización de la proyección Asia-Pacífico a través de APEC y la Alianza del Pacífico, la innovación tecnológica favoreciendo una migración segura y la cooperación regional.
Frente a este escenario, cabe preguntarse: ¿Avanzamos en el camino correcto? La respuesta es sí. Nuestra presidencia del APEC y las aspiraciones hacia la OCDE son demostraciones inequívocas de un Perú que busca posicionarse como actor fundamental, un país que no solo desea participar sino también influir, proponer y liderar en últimas instancias internacionales.
Es importante destacar que Perú será anfitrión, por tercera vez, de un conglomerado de 21 economías que representan la mitad del comercio mundial y el 60% del PBI global. Implica la integración comercial de las costas del Océano Pacífico de Asia y América, que tiene a EE.UU., Canadá, México, Chile y Perú, que ahora cuenta con sus nuevas infraestructuras peruanas como el Puerto del Callao y próximamente el Puerto de Chancay. APEC delineará nuestro futuro comercial.
El embajador norteamericano, Matt Murray, ha enfatizado que EEUU considera sustancial la relación con Perú, reconociendo la importancia de nuestra triple anfitrionía de APEC, una visión compartida por ellos. En mayo, en Francia, Mathias Cormann, Secretario General de la OCDE, transmitió un mensaje determinante al canciller peruano sobre el proceso de adhesión. Dijo que Perú ha progresado significativamente, y de continuar con las reformas necesarias asegurará su inclusión en este prestigioso club de 38 miembros, lo que supone una magnífica oportunidad para avanzar en reformas que mejoren la gobernanza, atraigan inversiones y refuercen la lucha contra la corrupción.
La OCDE delineará nuestro futuro económico.
Históricamente percibido como cauteloso en las cosmopolitas esferas del poder, Perú redefine su estrategia para destacar en el ámbito internacional, pese a que ciertos sectores caviares despectivamente nos ven como “parias” marginados, alegando que permanecemos bajo la sombra de otras naciones. Nada más alejado de la verdad. Los objetivos tácticos marcados son evidencia clara de un Perú en ascenso, comprometido con sus intereses nacionales y su proyección a nivel mundial.
Ante los juicios y concepciones erróneas de pasividad, pongamos los hechos sobre la mesa. Nuestra lucha por el derecho de la presidencia peruana de la Alianza del Pacífico, a pesar de la negativa y bloqueos interpuestos por el presidente de México, reflejan nuestra resoluta convicción. El reciente desplazamiento a China ha sido clave para fortalecer nuestras relaciones bilaterales y afianzar nuestra posición en Asia, destacando la importancia de un liderazgo diplomático capaz de enfrentar problemáticas como la falta de transparencia de ciertas ONG y agendas foráneas y de establecer límites a embajadores y organismos extranjeros injerencistas.
De cara al futuro, de acuerdo al Eje 10 de la nueva Política General de Gobierno, nos proponemos fortalecer nuestras relaciones bilaterales y multilaterales, promover el desarrollo sostenible, custodiar nuestros recursos en la Antártida, fomentar la innovación y garantizar una migración segura para nuestros conciudadanos en el extranjero.
Con esta perspectiva, los peruanos debemos mirar más allá de nuestras fronteras, aprovechando nuestras oportunidades con un espíritu guiado por valores de transparencia, rendición de cuentas y un firme respeto por nuestros intereses nacionales.
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