Persisten en sus errores
En una entrevista concedida a Gestión (edición del 04.08.2023) al responder una pregunta sobre cuál de las dos opciones para el gasoducto al sur se llevaría a cabo, el ministro Óscar Vera respondió “Los dos (el de Promigas y el que construyó Odebrecht y quedó trunco) deben comenzarse en paralelo”.
Posteriormente, al responder la pregunta: ¿De dónde van a salir las reservas de gas natural para desarrollar esa actividad?, respondió “Con el gas que tenemos hoy, alcanza para cubrir 50 años de actividad petroquímica”. Agregando “ hay gas para todos”.
Habría que aclarar lo expresado por el ministro Vera, porque si tenemos reservas probadas de 8 TCFs y el consumo anual asciende a 0.4 TCFs, tendríamos gas para 20 años.
Además es necesario recordar que el contrato del Gasoducto Sur Peruano (GSP) otorgaba una serie de beneficios (indebidos en mi opinión) a Odebrecht , Enagas y luego a Graña y Montero. Es así que tenían derecho a recibir ingresos garantizados por más de US$ 900 millones anuales hasta la finalización del contrato . Para lograr dicha cifra se había establecido una meta de cumplimiento obligatorio de trasportar a través del ducto 500 mmpcd. Y se tenía que pagar hubiera o no hubiera reservas de gas o demanda real para ser transportada. Y la diferencia entre los ingresos por lo realmente transportado, y los $ 900 millones que se debían pagar anualmente, la asumían los consumidores eléctricos. ¿Cómo se pudieron haber aceptado dichas condiciones si al firmar el contrato NO se tenía asegurado el abastecimiento de gas, ni tampoco había demanda para el gas que se transportaría?
Asimismo debemos de recordar que la potestad de decidir a quién le vende el gas NO es del gobierno sino del concesionario del lote. Por ejemplo, si se tratara del Lote 58, sería de la empresa china National Petroleum Corporation. Por lo que dicha empresa, en el hipotético caso que hubiera tenido las reservas probadas para ser transportadas por el GSP, pudiera haberse negado, porque deseaba enviar la producción a China.
Es así que luego que se interrumpiera el GSP, las autoridades competentes de más de un gobierno encargaron estudios para determinar si había reservas y demanda para el GSP, y luego un viceministro de energía informó que NO existían dichas condiciones. Y ahora sale el ministro Vera a declarar que tenemos gas para todos y que los dos gasoductos (el ducto costero y el frustrado GSP) deberían de comenzarse en paralelo.
Hay que tener mucho cuidado con las afirmaciones del ministro Vera porque él estuvo involucrado directamente en la construcción de la Nueva Refinería de Talara, en la que durante años se engañó a la opinión pública presentándolo como el PMRT. El Proyecto de Modernización de la Refinería de Talara, pretendiendo que solo se trataba de una modernización y ampliación de la vieja refinería. Lo que fue desmentido posteriormente, aclarándose que se trataba de un refinería completamente nueva. Y este no es el único caso en que la petrolera estatal ha mentido a la opinión pública. Por lo que considerando la prolongada carrera que el actual ministro desarrolló en PP y al frente de la NRT, hay que revisar con lupa sus afirmaciones. Es muy delicado hacerle creer a la ciudadanía que se pueden ejecutar paralelamente los 2 gasoductos y que hay gas para todos. Sobre todo, luego de haber impulsado el elefante blanco de Talara.
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