Paradojas
Mientras que en Cuba, el paraíso comunista que nos quiere vender la izquierda más retrógrada en el Perú, su población ha salido valientemente a las calles a protestar por la eterna crisis económica que los agobia y que, al presente, los ha dejado casi sin alimentos, a merced de la pandemia y sin servicios de salud, para traerse abajo a la dictadura que los tiene sometidos por más de medio siglo, con noticias no confirmadas de la toma de Camagüey por una enardecida población que habría capturado al gobernador de dicha ciudad, a pesar que el gobierno ha endurecido la represión aunque, al parecer, las fuerzas del orden no quieren actuar contra su pueblo; aquí en el Perú, con todas las irregularidades denunciadas con indicios que tenían que ser investigados por un JNE que prefirió hacerse de la vista gorda sufriendo una implosión interna con la salida de uno de sus integrantes y una conformación también digna de una exhaustiva investigación, está por proclamar como presidente de la República al representante de un partido político cuyo ideario contiene todo un plan que replica lo que el castrismo aplicó en Cuba y contra el cual se levanta su pueblo porque ese y todos los comunismos han fracasado en el mundo y solo han generado extrema pobreza entre sus habitantes.
Mientras los que sufrieron la aplicación de un ideario similar al de Perú Libre y que los llevó a la pobreza extrema de la cual quieren salir desesperadamente, aquí cierta gente ha decidido caminar a contracorriente para empobrecernos todos.
Eso de controlar la ley de la oferta y la demanda en una economía popular de mercado es una verdadera tontería imposible de existir en un mundo globalizado y ya estamos viviendo sus efectos con la casi risible reacción de los pueblos del sur del país, harto castillistas ellos, que han salido hace un par de semanas a tomar la carretera Panamericana protestando por el alza del costo de vida.
Pues claro que un discurso como el del profesor Castillo iba a producir un serio desajuste económico con una subida del dólar como espuma que eleva el precio de los productos importados, con la elevación diaria del costo de los combustibles que arrastra hacia arriba el precio de los alimentos y todos los bienes y servicios que se comercializan en el país porque el transporte se encarece, la escasez del gas licuado para los vehículos de transporte que están haciendo colas enormes para conseguir llenar sus tanques en algunos pocos grifos, la evaluación de las grandes empresas sobre la situación del país para sacar sus capitales y trasladarlos a otra parte, la confrontación social y la falta de legitimación que provocará serios problemas de gobernabilidad con un gobierno del profesor Castillo, el escenario se torna tenebroso.
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