Panel constitucional de Sarratea
El pasaje Sarratea en Breña se ha convertido en sinónimo de poder paralelo y turbio y de enjuagues de toda índole. Se puede hacer un símil con todo aquello que constituya entonces el ejercicio de una “autoridad” que no le presta cuentas a nadie y que funciona fuera de los ámbitos formales de la toma de decisiones, además de tener una agenda, sino oculta, propia. Tal es el caso del así denominado “panel independiente de expertos internacionales que seguirá la elección de los miembros del tribunal constitucional”: el Panel de Sarratea. No nos vayamos con rodeos. El Tribunal Constitucional se ha convertido en la pera en dulce de un sector que, sin éxito en las elecciones por falta de apoyo popular, quieren convertirse en árbitros supremos de la política. Porque el TC es hoy un órgano político por encima del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Por ello es que los caviares, que dominan hace tiempo el TC, quieren no perder ese inmenso poder que solo sirve a sus intereses políticos e ideológicos, además de crematísticos vía informes y asesorías. Tan es así que ya una vez, cuando el Congreso intentó soberanamente hacer cumplir la Constitución y elegir a nuevos miembros de ese órgano con mandato cumplido hasta la fecha, se produjo un golpe de Estado que, luego, el mismo TC convalidó. Eran los tiempos del lagarto Vizcarra, Del Solar y la “denegación fáctica” de la confianza que llevó a la disolución del Congreso. Hoy, nuevamente, los caviares vuelven a la carga con un Congreso legitimado por cinco años en elecciones populares donde ellos obtuvieron 3 escaños (los del partido Morado). Como saben perfectamente que no pueden hacer nada para que ganen sus candidatos o amigos por vía del Congreso, los caviares quieren influir y hasta frustrar la elección mediante el “panel independiente de expertos internacionales”, una cofradía de amigos en organizaciones ad hoc para el efecto. El plan es que estos “caviares de Sarratea” puedan elaborar hasta una lista paralela, con puntaje incluido, de los postulantes que les son afines, desafiando al Congreso. Como ellos mismos reconocen que el “trabajo” del “panel de Sarratea” no tiene efecto vinculante, la otra parte del plan es petardear vía medios de comunicación, plétora de ONG y pronunciamientos y firmas de notables para que, en caso de que el Congreso no le siga la cuerda paralela al “panel de Sarratea”, se obstruya y hasta se frustre la elección de los nuevos magistrados del TC. De lo que se trata es de deslegitimar la elección del Congreso ya que no se puede ahora alegar que éste ha sido elegido por un año, que fue el pretexto que dieron los caviares para oponerse a que el Congreso extraordinario del 2020-2021 eligiera.
Este Congreso no debe ceder un ápice y adelantarse a la jugada con un pronunciamiento del Pleno o de la Comisión de Constitución de que no reconocen en materia de elección de nuevos miembros del TC a ningún organismo fuera de la Constitución ni que le han pedido consejo a nadie. Esta vez los caviares y sus triquiñuelas no pueden pasar.
PS. Mis más sentidas condolencias a la familia Fujimori-Higuchi por el fallecimiento de su madre y abuela, la señora Susana Higuchi. Una situación como esta no debe ser aprovechada por los enemigos políticos de la señora Keiko Fujimori para subirse al coche fúnebre de la señora Higuchi, y emponzoñar la relación entre madre e hija, así como con el padre de esta. Hacerlo, como lo han hecho colectivos feministas y enemigos jurados de la señora Fujimori, sólo muestra la bajeza moral de su naturaleza. Dejemos que los muertos descansen en paz y aprendamos a respetar el dolor de la familia.
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