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Palestina y su esperado reconocimiento como miembro pleno de la ONU

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Fecha Publicación: 19/04/2024 - 21:00
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El deseo de conseguir el reconocimiento de Palestina como Estado miembro pleno de la Organización de las Naciones Unidas, foro político planetario creado al final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), viene siendo referido intensamente en las últimas semanas y días, sobre todo luego de que se iniciara la guerra de Israel contra el Hamás, en el mes de octubre del 2023 en reacción por legítima defensa una vez que fueran masacrados unos 1200 ciudadanos israelíes. No es lo esperado que esa sea la forma por la cual Palestina se convierta con todo derecho en sujeto del derecho internacional con prerrogativas en la ONU, pues el pueblo palestino tiene el derecho de contar con el mismo reconocimiento de la soberanía nacional de que goza Israel gracias a la Resolución 181 de la ONU, del 29 de noviembre de 1947, que recomendó la creación de dos Estados: Palestina e Israel. En realidad, Palestina la descartó y siempre dije que fue un error. Israel ha merecido, entonces, el aplauso de gran parte de la comunidad internacional a su estatus jurídico de Estado luego de aceptar la referida resolución, siempre con el apoyo y patrocinio de los Estados Unidos de América, su mayor aliado en el globo. Palestina, en cambio, debió padecer la indiferencia de la comunidad internacional por rechazarla. En ese proceso sufrió el despojo de sus territorios por Israel que decidió llevar adelante una política de colonización de espacios que no le pertenecían. Es la verdad. Los árabes, que padecían la desventaja militar y económica, principalmente, respecto de la fuerza y poder de Israel, decidieron dar paso a movimientos marginales, extremistas o terroristas, todos alistados contra lo que denominaron Estado sionista, creándose un contexto adverso a los judíos que, conscientes, decidieron su política nacional hacia asegurar su integridad por la referida amenaza que geopolíticamente contaba en todo su alrededor. Esa también es una gran verdad. Desde hace más de 70 años la intolerancia ha sido la regla entre ambos países, pues mientras Israel llevó adelante el proceso de anexión de territorios generando el arrinconamiento de los palestinos que pasaron a integrar el grueso de los campamentos de refugiados, los palestinos dieron paso a los grupos extremistas que le quitaron a los israelíes el derecho de vivir en paz. Así han convivido por las últimas décadas. La situación actual es de violencia extrema y ambos países no han sido capaces de elevarse para voltear la página hacia la paz. Ninguno de los dos Estados cuenta con interlocutores válidos como para emprender un camino de negociación sostenido para allanar un resultado esperado. Mientras la guerra entre Israel y Hamás persista será muy complicado hablar de paz. Palestina hacia adentro deberá ordenar la regencia del poder neutralizando y liquidando al Hamás e Israel deshaciéndose en su momento de Benjamín Netanyahu, que tuvo su momento pero que ya pasó para los intereses del Estado y pueblo israelíes. Quizás el reconocimiento de Palestina como Estado pudiera crear nuevos formatos para dicha paz, sobre todo que ahora Washington ha dado un giro en su posición. La mía siempre ha sido que Palestina recupere sus territorios (será difícil presumir que sean todos los arrebatados) y que Israel viva en plena paz en su tierra ancestral y legítima, pues es su derecho como también de Palestina. Coadyuvemos en esa tarea.

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