Organización de Naciones Unidas denunció el arrasamiento en Perú de la JNJ y el JNE
La Constitución, artículo 157, autoriza que los miembros de la JNJ pueden ser removidos mediante acuerdo del Congreso adoptado con los 2/3 de los votos del número legal de sus miembros : 87 de 130. Esta facultad del Pleno es intransferible.
Las “comisiones” y respectivas “subcomisiones” son equipos por especialidades de estudio, investigación y análisis, que hacen informes o dictámenes para la más clara y eficiente fiscalización del gobierno por el Congreso ; es decir, no son instancias ni de administración y menos de resoluciones políticas. Son comités internos del Congreso.
Es una excepción la comisión de ética que sí juzga por inconducta a cada uno de los 130 congresistas.
Es inimaginable que la actual mayoría del Congreso (84 de 130) haya formado la comisión y subcomisión de acusación constitucional para procesar a los miembros de la JNJ dentro de un plazo perentorio de 14 días, apelable y obtener en el Pleno siguiente los 87 votos mínimos necesarios para remplazarlos con sus adictos.
E inmediatamente procederían igual con el JNE.
El propósito de esta mayoría congresal es que a más tardar a fines del presente año ya tendría todos los poderes del Estado, asegurándose así la victoria en elecciones adelantadas que serían el 2024.
La JNJ, prácticamente no se defiende. Da la impresión que asistirán obedientes a las citaciones de la “subcomisión”.
Lo correcto para la JNJ es simplemente no comparecer y denunciar a esta mayoría congresal por delito de conspiración y exigir a la Presidenta Boluarte que conmine al JNE imponer justicia en materia electoral como corresponde, anulando las credenciales a los 84 congresistas rebeldes reemplazándolos por sus respectivos accesitarios.
Diferente, el JNE sí ha estado ejerciendo su defensa en comunicados de prensa y sobretodo visitando oficialmente a la OEA y especialmente a la Alta Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Se recalca que lo peor que pueden hacer los miembros de la JNJ es comparecer a las “subcomisión” y “comisión”. Si lo hacen, merecen ser desaforados.
Lo que no se esperaba, es que la ONU haya formalizado su denuncia de esta acción de anti Derecho de la mayoría del Congreso peruano en un acto del más alto relieve en Ginebra.
La racionalidad se impone. La mayoría congresal es un monumento a la aberración.
Esta aberración es cuasi folklore político, pues el Perú profundo está avanzando : recuperación de la refinería de Talara.
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