Olvidados y vulnerables: la cruda indiferencia hacia nuestros adultos mayores

La situación de los adultos mayores en el Perú refleja una preocupante indiferencia estructural y social, donde los problemas de salud que enfrentan parecen ser ignorados con una naturalidad alarmante. La falta de acceso a servicios especializados es una de las principales fallas de nuestro sistema de salud. La ausencia de geriatras y especialistas en enfermedades crónicas o cuidado paliativo en la mayoría de los hospitales y centros de salud deja a esta población sin la atención adecuada para enfermedades propias del envejecimiento, como el Alzheimer, el Parkinson o la diabetes. En las zonas rurales, el panorama es aún más crítico: las instalaciones adecuadas son inexistentes, y la presencia de especialistas es prácticamente nula. El acceso a seguros de salud sigue siendo insuficiente a pesar de los avances de programas como el SIS. Muchos adultos mayores enfrentan procesos burocráticos interminables para recibir atención, y quienes logran acceder se topan con la amarga realidad de que los medicamentos y tratamientos especializados no están cubiertos.
El sistema de salud privado, lejos de ser una solución integral para los adultos mayores, agrava la brecha de acceso a servicios médicos por sus altos costos y políticas excluyentes. Los seguros privados incrementan sus primas con la edad, lo que los hace inalcanzables para la mayoría, mientras que las coberturas suelen ser limitadas y excluyen condiciones preexistentes comunes en la vejez, como enfermedades crónicas.
Es imperativo que el Estado actúe con contundencia para abordar esta crisis humanitaria. Es necesario fortalecer la atención primaria en salud, expandiendo la red de centros médicos, especialmente en áreas rurales, e incorporando médicos geriatras en hospitales y postas. Asimismo, se deben implementar programas de atención domiciliaria con brigadas médicas móviles y agentes comunitarios que visiten a los mayores en sus hogares, como también campañas nacionales de detección temprana de enfermedades crónicas. Ampliar la cobertura del SIS y simplificar los procesos de inscripción son medidas urgentes para garantizar acceso gratuito a medicamentos esenciales y tratamientos especializados. Es necesario que las aseguradoras y el sector privado asuman un rol más comprometido, con políticas inclusivas y asequibles, diseñadas específicamente para responder a las necesidades de una población vulnerable que merece atención digna y oportuna.
Pero el problema va más allá de las soluciones prácticas: es una cuestión de mentalidad colectiva. Vivimos en un sistema que trata a los adultos mayores como si fueran una carga, olvidando que todos, si la vida lo permite, llegaremos a esa etapa. Este sistema parece diseñado desde una perspectiva que niega nuestra propia vulnerabilidad futura, como si envejecer fuera una anomalía y no una realidad inevitable. Tengamos bien presente que el abandono al que los sometemos hoy nos condenará mañana.
@sandrostapleton

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.