OJO con este gobierno y sus megaproyectos

Cuando parecía difícil que le disputaran el cetro del gobierno con los peores megaproyectos de nuestra historia reciente al de Ollanta Humala (la Nueva refinería de Talara, el fracasado Gasoducto Sur Peruano y la Línea 2 del Metro de Lima), se presenta el gobierno de Boluarte, el que parece estar más interesado en la cantidad de los contratos que va firmando que en la calidad de los proyectos que se van a desarrollar. Por lo que si no corrige rumbos en la materia, se estaría convirtiendo en un serio competidor del gobierno de Humala, a pesar de su corta vida.

En el futuro nos sorprenderemos del tiempo y la importancia que le dedican algunos a las pequeñeces, a unos cuantos miles de dólares, de las joyas de Boluarte cuando descuidábamos proyectos por decenas de miles de millones.

En la relación de los principales megaproyectos de este gobierno hay que considerar a la muy criticada Nueva Carretera Central (el Colegio de Ingenieros y una serie de instituciones representativas la han criticado) y al nuevo megapuerto de Marcona (que sería el N° 3 del país). El que ha merecido críticos informes televisivos, en más de un medio escrito y en numerosas redes sociales. Además, hay que considerar que este gobierno lideró los desastrosos dos últimos dos años de la Nueva Refinería de Talara (NRT).

Claro que también habría que considerar en este período de 5 años el megapuerto de Chancay, pero vistos los problemas originados por la APN y el tema de las exclusividades, dicho proyecto sería un éxito, a pesar y no gracias a este gobierno.

Pero es indispensable mirar al futuro, y hay que tener en cuenta que entre los proyectos que apoyarían a Chancay se encuentra el ferrocarril Pucallpa- Chancay, con un recorrido de 8,000 kilómetros, y una inversión estimada de aproximadamente $ 15,000 millones (más de dos veces la inversión final de la NRT!!). Siendo especialmente complicados los 100 kilómetros de selva virgen entre Pucallpa y la frontera con Brasil (Acre), con desafíos ambientales y diversas comunidades selváticas. Es que el principal cliente de Chancay sería el comercio internacional con Brasil, y el transporte más económico sería por tren. Sin embargo aquí hay que tener mucho cuidado porque con los mismos argumentos nos encajaron la estafa de la Interoceánica Sur, sus 22 adendas, sus inmensos sobrecostos y su considerable corrupción. Por lo que a fin de evitar que se repitan los casos de la IOS y el otorgamiento de la buena pro del puerto de Marcona, sería indispensable que el gobierno contrate consultores de experiencia e intachables para que diseñen las reglas del juego del otorgamiento de dicho proyecto, que sería en el de mayor monto en la historia peruana. Y si China y Brasil serán los principales beneficiados con el tren Pucallpa- Chancay, ellos deberían ser los que financien la obra .

Sin perder de vista la posible responsabilidad del MEF y Proinversión. Para lo cual, solo tenemos que ver cómo desfilan los exdirectores y exejecutivos de dicha entidad en los juicios sobre el caso Odebrecht.

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