¿Obstruccionista y oficialista?

Pese a que puede parecer una pérdida de tiempo salirle al paso a quienes dedican sus energías a denostar del Fujimorismo, en apego a la verdad y porque, de lo que diga alguien bien intencionado, en alguna circunstancia, puede reflexionar sobre lo que lee o escucha y abrir los ojos, considero que vale la pena hacerlo.
Por lo general, son las mismas personas, supuestamente informadas, las que, aprovechando cualquier espacio posible, sostienen injustamente que el Fujimorismo, a través de su bancada, obstruyó al expresidente P. P. Kuczynski y que ahora blinda a la actual presidenta, D. Boluarte. Incluso, alguna periodista confusa, sesgada por su personal amistad con el expresidente, acusa a la bancada de Fuerza Popular de ser causante de su renuncia en marzo del 2018.
Felizmente, suficientes registros, no solo en los archivos oficiales, sino también en los medios de comunicación y redes sociales, demuestran que el Congreso de la República le otorgó al gobierno iniciado en 2016 facultades legislativas sobre materias trascendentes y aprobó leyes de presupuesto, endeudamiento y equilibrio financiero absolutamente responsables.
También, que la decisión de renuncia del aludido exjefe de Estado estuvo rodeada de elementos objetivos dados a conocer en esos momentos sobre su vinculación legal y económica con la empresa corrupta y corruptora Odebrecht, precisamente la empresa que, a menos de cuatro meses de llegado Kuczynski al máximo cargo administrativo de la Nación, logró que el Estado peruano le concediera un inmerecido acuerdo de colaboración, que todo apunta a tratarse de una conspiración contra el Perú y un caso de alta y milmillonaria corrupción.
En lo que atañe a la actual jefa de Estado, sabido es que ella fue –y hay quienes estiman sigue siendo– parte del esquema ideológico-político que, con malas artes (aún pendientes de investigar a profundidad), llevó al poder al ladino P. Castillo y que, cuando este cae por sus propios actos delictivos, ella decide ejercer como su reemplazo, acogiéndose a la previsión constitucional referida a los integrantes de una plancha presidencial.
Quienes, desde su postura izquierdista, caviar y hasta mercantilista, apostaron por la alternativa del taimado Castillo han venido pretendiendo que el Fujimorismo les haga el juego de apoyar el adelanto de elecciones para que vuelvan a ejercer en ellas sus malas artes y logren un “líder” menos torpe que el mal chotano.
Basta responderles: ¡asuman!, ¡paciencia! Luego de casi dos quinquenios perdidos para el Perú, es momento de que los peruanos de bien reflexionen y participen activamente en pro de un proceso electoral limpio en 2026.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.