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Nunca aprendimos: negligencia o dolo en la reconstrucción

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Fecha Publicación: 16/03/2023 - 22:10
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Mucho hay que decir en torno a los efectos del ciclón Yaku que ha devastado nuestras regiones, principalmente la Costa Norte y Centro del Perú, por ejemplo que ha desnudado el grado de negligencia y en su caso corrupción de nuestras autoridades, que conociendo lo vulnerable de nuestra geografía y la cuasi inexiste infraestructura y medidas de prevención de riesgos de desastres naturales, máxime si cada vez son más frecuentes los fenómenos climáticos, no han sido capaces de abordar de manera integral la solución a esta problemática que paraliza a gran parte del país y lo condena a la pobreza y pobreza extrema por el costo de vidas humanas y materiales.

A estas alturas, es injustificable que los técnicos de nuestra administración pública no puedan o tal vez no quieran proyectar buenos estudios técnicos de inversión de obras de desarrollo y prevención en cuencas de ríos, quebradas y drenajes pluviales, nuestro talón de Aquiles ante los eventos naturales por efecto del cambio climático; y si decimos que tal vez no quieran, es por el consabido "porcentaje" que estaría detrás de las especificaciones técnicas y su adjudicación, exigido por funcionarios ladinos y corruptos que ni aún en un tema de vida o muerte dejan de sacar provecho de su estatus de poder, de decisión, en materia de estas contrataciones.

Tan mal se hacen las proyecciones que los montos referenciales de las obras se presentan convenientemente desfasadas y lógicamente al momento de su ejecución la buena pro resulta insuficiente y, a riesgo de quedar inconclusas, quedan expuestas a cuestionadas "adendas" para pagos adicionales que terminan superando el total del valor original del proyecto, lo cual sabe a corrupción.

Siempre hay contingencias en el rubro de construcción, gastos suplementarios que bien sustentados la entidad convocante del Estado está llamada a reconocerle al contratista, pero estos no pueden superar el monto presupuestado, como habría sido el caso de la Autoridad de la Reconstrucción con Cambios, cuyos proyectos originarios elaborados por los gobiernos regionales y municipales de las regiones afectadas por el Fenómeno del Niño Costero del 2017 y entregados a Reino Unido en el 2020, por efecto de la nueva estrategia de la Autoridad, que pasó de coordinadora a ejecutora y que delegó vía Convenio de Gobierno a Gobierno la efectivización de su Plan de Reconstrucción, presentaron fallas e inconsistencias que hubieron que subsanar y actualizar, retrasando la ejecución del componente de prevención inicialmente previsto en 5 mil millones, siendo lo real cinco veces más ese monto, esto es ¡25 mil millones de soles! ¿De qué universidad salieron los técnicos peruanos que hicieron esos cálculos? Las graves consecuencias de tamaña burrada o dolo, las estamos pagando ahora todos los peruanos.

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