Nuevos vientos para el desarrollo

En el 2024 el PBI peruano creció 3.3% –el índice más alto desde el 2018, sin contar el rebote del 2021–, pero fue aún insuficiente. Se necesita una tasa de al menos 5% para absorber a los aproximadamente 300 mil jóvenes que se incorporan al mercado laboral año a año. ¿Es factible lograr este incremento? La respuesta es sí, sin embargo, es crucial implementar medidas estructurales que fomenten la inversión y la generación de empleo formal.
Los gremios empresariales, entre ellos ADEX, se siguen reuniendo con varios ministros de Estado, quienes han demostrado una gran capacidad de diálogo. En cada reunión se revisa la agenda pendiente y los gremios en general mostramos una total disposición de ser ese aliado estratégico que sume a la recuperación del país a fin de colocarlo en las vías del desarrollo.
Una de las últimas reuniones fue con el ministro de Economía y Finanzas, José Salardi Rodríguez, quien, junto a otros gremios empresariales, abordamos temas relacionados con el desarrollo económico y los desafíos que debemos enfrentar.
La presencia del ministro Salardi en el MEF con un equipo renovado trae nuevos vientos que, estamos convencidos, se traducirán en medidas que beneficiarán la gran mayoría de peruanos. Su gestión al mando de PROINVERSIÓN lo presenta como un profesional centrado en la ejecución, y eso es precisamente lo que necesita el Perú.
Bajo su mando, en el 2024, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada adjudicó 16 proyectos en APP y proyectos en Activos por US$ 8,986 millones, el monto más alto en la última década, que impactarán a más de 10 millones de habitantes. Su know how y experiencia son valiosos en esta coyuntura.
En cada reunión sostenida mencionó que trabajará con el propósito de mantener el orden fiscal y frenar cualquier iniciativa que afecte las cuentas públicas. Esto es fundamental para el futuro del país. Asimismo, lograr un ambiente de predictibilidad y estabilidad que aliente la llegada de nuevas inversiones, amén de abordar conjuntamente con el sector privado los grandes desafíos que tenemos como nación.
¿Cuáles son esos desafíos? Uno de ellos es la informalidad a todo nivel. El 70% - 75% de informalidad impide a la mayoría de la población contar con beneficios laborales y reduce la recaudación fiscal del Estado. Es necesario fomentar la formalización a través de mejores regulaciones, pero también con mecanismos promotores de la misma.
Otro tema preocupante es la inseguridad ciudadana. La delincuencia afecta tanto a los ciudadanos como a los empresarios, generando un clima de incertidumbre que desincentiva la inversión y el crecimiento económico. El gobierno debe implementar políticas de seguridad más efectivas, fortalecer las fuerzas del orden y disponer un presupuesto acorde a las grandes necesidades.
La falta de inversión en infraestructura representa un obstáculo significativo. Es prioritario destinar mayores recursos a proyectos de infraestructura que faciliten el comercio y mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. La educación es otro factor clave. Un sistema educativo de calidad formará profesionales capacitados y más productivos que en el futuro sumen a la recuperación del país.
De igual manera, la identificación de nuevos motores de la economía que amplíen el abanico de nuestra oferta exportable. Algunos son la acuicultura, industria forestal y la cadena textil-confecciones.
En conclusión, el crecimiento económico es un desafío pendiente que requiere el compromiso de todos. Los exportadores siempre hemos estado dispuestos a colaborar junto con el sector público a trabajar por el bien del país. Recordemos, sin inversión no hay forma de salir adelante, pero si avanzamos unidos, lograremos un país más próspero. Empujemos este carro llamado Perú.

Por Julio Pérez Alván 

(*)Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)

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