¡No votaré por ti porque me llegas al …!

Por qué se votaría o no por Rafael López Aliaga, Phillip Butters, Keiko Fujimori, Carlos Álvarez, César Acuña o Alfonso López Chau y otros. Mis encuestados son de la clase media y alta limeña; sin embargo, considero que las razones expuestas son transversales a votantes del C, D y E de la Lima periurbana.
Por Phillip Butters…
“¡NO!, es muy anticuado y súper machista; es retrógrado, se cree dueño de la verdad y no sabe escuchar. Es brabucón, interrumpe al que lo entrevista. Cada rato dice ¡PERDÓN, PERDÓN! interrumpiendo, sin dejar hablar al otro. Parece un criollazo malcriado de Barrios Altos lorneando al andino recién bajado; pero lo que no sabe es que allí está el voto mayoritario; quiera, sepa o no, ¡Lima es recontra serrana!”
Por Rafael López Aliaga…
“¡DE NINGUNA MANERA!, usa camisas que no son de su talla, los botones parecen que van a reventar; no es dable que alguien que pretenda ser presidente, no sepa vestirse adecuadamente. No se le entiende nada; además, en el debate presidencial, pareció que estuvo ebrio, incoherente, de mal aspecto. Es un gordito alcohólico. Porque su empresa atropella los derechos de los hermanos cusqueños; y, porque no me simpatiza. Porky está aliándose con gente mala; por ejemplo, en Puente Piedra con un tal Monzón de mala reputación. En el Callao postuló a Rafael Santos para gobernador regional; y así cuántos políticos con denuncias penales postularán por Porky en todo el país.”
Por Carlos Álvarez…
“Quizá sea yo prejuiciosa, pero no estoy de acuerdo con que los artistas o los deportistas incursionen en el ámbito político, porque, así como yo, solo quieren una cosa: poder, pero no para hacer cosas buenas, sino para tener más poder del que tienen como mediáticos; ¡salvo que!... demuestren sus estudios en ciencia política, maestrías, doctorados, que demuestren que saben del tema; si no, sería como elegir a un herrero para que haga pan.”
Por Keiko Fujimori…
“Ahora sí votaría por ella. Porque me gustan sus contenidos en redes sociales; empecé a seguirla en TikTok; me agrada su personalidad; además, me gustaría darle la oportunidad de gobernar.”
Por López Chau…
“Al principio sí pensé en votar por él, pero ya no. Me parece que no dice la verdad; ahora me parece autoritario; trató mal al científico del cual no recuerdo su nombre. Además, pocos lo conocen.”
Por César Acuña…
“No votaré por él porque es un ignorante. Sí votaré por él porque me hace reír… además, me conviene porque con él gano harto billete y no pasa nada.”
Quijotes, pocos evalúan capacidad de gestión pública, preparación académica, éxito empresarial legal o reputación personal.
El voto es antropomorfo, emocional. Es contraintuitivo que no se vote por uno con denuncias penales, por ser gordito, pero sí por otro que hace reír y está procesado por corrupto cuando fue ministro, congresista, alcalde o gobernador regional.
Así las cosas, más posibilidad de ganar la elección presidencial la tiene el más carismático, el más gritón, un brabucón amenazante, un profesional en promesas, un regalón, un influencer tiktoker, el más visualizado por los medios de comunicación de señal abierta.
Es decir… ¡será más de lo mismo!

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