No se oye, padre
Fuentes del Diario Correo señalaron haber tenido acceso a lo ponencia del tribuno Gustavo Ticse, que deberá debatirse y votarse en el seno del Tribunal Constitucional y que propone sea declarada INFUNDADA la Demanda de Inconstitucionalidad interpuesta por el Gobierno de Pedro Castillo a la Ley 31399 pretextando se afecta la participación ciudadana restringiendo la convocatoria a referéndums, interpretación que no compartiría el órgano supremo del control de la constitucionalidad; sin embargo, tercamente se persistió en el mismo propósito y por cuerda separada el premier Torres formuló “cuestión de confianza” ante el Congreso, solicitando la derogatoria de la norma. Así las cosas, si desde el saque en el Legislativo ya había consenso de rechazarse este pedido sin ser ventilado en el Pleno, ahora dada la postura del magistrado ponente del TC, con mayor razón queda clara la improcedencia de la confianza. Eso sí, este desaguisado ha sido un gran distractor de la agenda nacional por parte del Ejecutivo, en tanto la presencia de la OEA en el Perú, sin embargo, con o sin ella, la crisis política del Perú es de naturaleza crónica desde el inicio de este gobierno sin visos de solución.
Y de otro lado, algo que se viene viendo como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania es la importancia de salvaguardar los recursos energéticos, esta guerra ha puesto en primer plano el tema de la energía, ya hemos comentado aquí varias veces que el Perú es uno de los pocos países privilegiados en el mundo de tener el gas barato, pero esto es solo por Camisea y por el contrato del lote 88 que establece un precio tope al gas, lo preocupante es que desde que Shell descubrió esa reserva de gas en el segundo gobierno del presidente Belaunde (1980-1985) no se ha vuelto a descubrir reservas de esa magnitud, los posteriores descubrimientos no han sido de dicha envergadura, mientras dure el gas del lote 88 seguiremos protegidos de los vaivenes del mercado internacional, pero sino reponemos reservas estaremos en una situación de vulnerabilidad que solo se resolvería importando gas natural licuefactado GNL a precios muy superiores al actual que tenemos, en esto debería enfocarse la estrategia del actual gobierno.
La otra gran preocupación que debemos tener en cuenta es el abastecimiento de agua, cada vez más escaso en el país y en el mundo, para el 2050 la población global aumentará en casi 30%, lo que traerá como consecuencia un incremento del consumo del agua del 50% según datos de la ONU. Aquí en el Perú hay regiones que viven ya con estrés hídrico desde hace tiempo y esto es algo también que no recibe la adecuada atención de este gobierno en crisis, salvo el impulso que se le viene dando a la desalinización, algo que demoró mucho, pero ¿qué otras medidas se impulsarán? ¿Aló, presidente Castillo?... No se oye, padre.
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