No se metan con Trump
Los globalistas y los comunistas celebran la imputación judicial al patriota de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump, quien anunció que tratarían de arrestarlo el martes pasado, pero el laberinto empezó recién el jueves. La Fiscalía de Manhattan decidió acusarlo por una serie de delitos que difícilmente podrán probarle: falsedad contable, por ejemplo, porque su ex abogado entregó dinero (supuestamente de la campaña) para comprar el silencio de una de sus amantes en salvaguarda de su matrimonio con Melania. A saber, el pago fue de U$130 mil dólares a la actriz de soft-porno Stormy Daniels (nacida Stephanie Clifford). Dicen que el monto fue reembolsado y eso sería otro delito: violación de las leyes electorales. Francamente.
Es la primera vez en los dos siglos y medio de la ininterrumpida y notable democracia gringa, que un expresidente es perseguido políticamente por la justicia penal. Pero es bastante probable que la Fiscalía de Manhattan termine desprestigiada por estas denuncias, pero al ala izquierda del partido Demócrata y a los globalistas no les importa arriesgar al sistema judicial estadounidense. Su meta es bloquear a Donald, sin medir las consecuencias para su propio país: atentar contra la estabilidad y restarle credibilidad a las instituciones que han salvaguardado a la más admirable democracia del planeta.
El fiscal Alvin Bragg, del distrito de Manhattan, le achaca 34 delitos a Trump; y vaya casualidad el tal Bragg en 2021 recibió apoyo para su campaña -indirectamente- del anticristo George Soros. Como era de esperarse The New York Times, sempiterno defensor del comunismo e impulsor del globalismo, pretendió desmentir el nexo con un artículo bastante bobo de la periodista Linda Qui que sostiene: “El Señor Bragg anunció su candidatura para el cargo en junio de 2019. Casi dos años después, el 8 de mayo de 2021, el brazo político de Color of Change, un grupo progresista de justicia penal, lo respaldó”.
El grupo se comprometió a gastar un millón de dólares para apoyarlo. ¿Y qué pasó? Apenas unos días después, el 14 de mayo, Soros aportó un millón de dólares al grupo que ayudaba a Bragg. ¿Cómo así George Soros no estaría vinculado con el fiscal que persigue a Trump?
El rojerío y los globalistas solo saben regalar circo sin pan al pueblo. Y el humillante circo fue el traslado del presidente Trump a la Fiscalía y luego a la Corte de Manhattan, solo para tratar de humillarlo. Doscientos millones de dólares costó la gracia y Bragg -el ahijado ‘indirecto’ de Soros- cerró Nueva York y pidió 38 mil policías para el operativo.
Tras el operativo contra Trump, las encuestas muestran que Biden es desaprobado por 67% de la población; históricamente la mayor desaprobación de un presidente en funciones. En cambio al rubicundo patriota que debe haber nacido parado, el teatro judicial lo ha fortalecido y catapultado para las elecciones de 2024. ¡Ja!
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