No al adelanto de elecciones
La izquierda -fundamentalmente la extrema izquierda- con el entusiasta auspicio de la mafia caviar y el respaldo del fanatismo rojo reinante en este lamentable Parlamento -torpemente electo por ilusos manipulados por Sendero Luminoso- insiste en adelantar las elecciones. Sabe que es el momento perfecto para aprovechar la presencia de idólatras radicalizados, como ese tal Antauro Humala, hermano de un expresidente auspiciado por el impresentable exzar venezolano Hugo Chávez. Hablamos de Ollanta Humala, quien durante la campaña electoral que lo llevó a la presidencia predicó el mismo extremismo que ahora patrocina su hermano Antauro. Pero Ollanta, amable lector, hoy está siendo procesado por haberle robado al Estado -es decir, a usted, amable lector- mucho dinero que debió ser invertido en obras públicas.
Por otra parte, la izquierda sabe que el poder Legislativo tiene chantajeada a la presidenta Boluarte, jaqueándola a cada momento bajo la amenaza de desgarrarla. Aunque los mañosos legisladores manejan muy bien este doble juego en vista de que, alrededor de aquel tira y afloja, ellos consiguen enriquecedoras prebendas que, ciertamente, no están dispuestos a perder. Recientemente, por ejemplo, el Pleno del Congreso rechazó darle facultades de comisión investigadora al grupo de Fiscalización “para que investigue más a fondo el caso ‘cofre’”, como se le denomina en el argot oficialista al auto asignado a la presidenta Dina Boluarte que, con su consentimiento, habría utilizado Vladimir Cerrón para escapar de la Policía. Quizá ciertos parlamentarios han visto inoportuno el momento para hacerlo; aunque ganas no les faltan. Sobre todo, a la cúpula más radicalizada -que, entre otros, integra el partido Perú Libre, al que irónicamente perteneció (¿o acaso todavía pertenece?) la presidenta Boluarte- que simpatiza con extremistas como Antauro Humala, cuya inscripción viola la infame norma constitucional -impuesta vía referéndum por el miserable Martín Vizcarra-.
Sin embargo, dicha violación constitucional fue ignorada por un abyecto comunista llamado Jorge Luis Salas Arenas, hasta hace poco presidente del Jurado Nacional de Elecciones, quien le dio el triunfo tramposamente al golpista Pedro Castillo, simpatizante del partido político comunista Sendero Luminoso; y ahora ha dejado sentadas las bases para otro fraude, que pretende beneficiar a otro comunista o extremista, como Antauro Humala.
Los dados están pues nuevamente cargados para favorecer al extremismo totalitario en los próximos comicios de abril 2026. Es más, la infame reforma electoral que nos impuso el miserable Martín Vizcarra vía referéndum también favorece al totalitarismo. Porque, entre otras sorpresas -desde luego, planificadas-, permite la inscripción ilimitada de planchas presidenciales para que, a partir del proceso electoral de 2026, participen en la contienda un número ilimitado de postulantes. Hecho que, a todas luces, fragiliza aún más nuestra, de por sí, endeble democracia.
Repetimos, los dados están cargados para favorecer a las izquierdas. Tanto la extrema como esa otra tramposa, corrupta y totalitaria que conforman quienes integran la mafia caviar.
Mantengámonos alertas ante cualquier intento de dolo o fraude. Con un Estados Unidos libre del yugo izquierdista, en adelante la OEA ya no podrá validar las trampas izquierdistas.
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