Niños anémicos vs. grupo LGTBI
Los miembros de la comunidad LGTBI no son el futuro del país. El futuro de este desordenado, gastronómico y atribulado país son nuestros niños y, ¿saben algo? Tenemos casi un millón de niños menores de tres años con anemia. Entonces, ¿ustedes creen justo, correcto y productivo detenernos a debatir sobre los derechos de los LGTBI? No sabía que ellos deberían tener derechos exclusivos, como los que debe tener todo peruano. Nadie les ha negado su derecho a ser libres, con todas las opciones que deseen. El problema no son sus supuestos “derechos”; es la homofobia. Pero, antes que todo esto, están nuestros niños con anemia.
Mientras que algunas instituciones públicas y privadas –las empresas privadas pueden hacer lo que quieran con su dinero– invierten millones de soles y esfuerzos en incentivar los supuestos “derechos” del grupo autodenominado LGTBI que, después de muchos años, no ha logrado nada; el porcentaje de niños menores de tres años con anemia se ha incrementado en 3%. ¿Saben por qué no ha funcionado? La imposición nunca ha sido efectiva en una democracia; mucho menos en un país machista como el nuestro, y cuando no afecta de forma directa a tus propios intereses.
Sin embargo, contar con 43% de niños menores de tres años sumidos en anemia afecta directamente al desarrollo intelectual, económico y social de nuestro país. Un niño mal alimentado en sus primeros cinco años de vida es un adulto con serias deficiencias para desarrollarse y afrontar retos en la vida personal, laboral, profesional y emocional. El cerebro necesita nutrirse para razonar de forma lógica. Un niño con anemia tendrá serios problemas para avanzar en el desarrollo psicomotor y cognitivo que necesita para superar con éxito la primera etapa de la vida. ¿Cómo traducimos ello? Amplias deficiencias en el desempeño escolar. Y aunque muchos no deseen entenderlo, afectará directamente la vida adulta.
¿Y dónde quedan nuestros amigos gays? Bueno, si un niño que nace homosexual no se alimenta de forma adecuada en sus primeros cinco años de vida, será un homosexual con un sistema psicomotor y cognitivo limitados y deficientes. Esto no es porque sea gay, sino porque no se alimentó bien. Alimentar bien a nuestros niños es más importante que si eres homosexual o no.
Como nación -algo que no somos- debemos entender que niños, adolescentes, jóvenes y adultos que han nacido, crecido y vivido en pobreza y extrema pobreza tienen serias limitaciones mentales para lograr objetivos en su vida, para conseguir trabajos, tomar decisiones y afrontar riesgos. No interesa si eres gay o no. Un ser humano que no se ha alimentado de forma correcta en sus primeros años de vida tiene un rango mental limitado; es decir, no usa el raciocinio para ir más allá de lo evidente y son quienes no logran sus objetivos en la vida y viven en una precariedad constante.
No importa con quién duermas. No importan tus gustos sexuales. Eso no define el futuro de un país. Tener casi un millón de niños anémicos es mil veces más importante que un grupito de LGTBI pidiendo, de la forma más equivocada, derechos. Un niño con anemia se enfrenta a un camino difícil.
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