ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Niñas violadas y asesinadas, policías sin recursos y un criminal en el Ejército

Fecha Publicación: 16/05/2019 - 21:20
Escucha esta nota

“El Perú es Lima…”, parte pertinente de una famosa frase adjudicada al escritor Abraham Valdelomar, que cobra vida a juzgar porque de no ser que una multitud de pobladores el 12 de mayo, hartos de tanta impunidad arremetieron a pedradas contra el local de la Comisaría de Andahuaylas buscando sacar al violador y asesino confeso de dos menores de edad, para hacer justicia con sus propias manos, el país entero no se habría enterado de que ellas llevaban varios días desaparecidas, buscadas intensamente por calles y plazas, no por la Policía que sabía de los hechos, sino por sus desesperados padres, sin que la noticia traspasara las fronteras de la región Apurímac.

Nos llena de impotencia que el Estado haya permanecido impávido ante la denuncia de la desaparición de dos personas altamente vulnerables por su condición de menores de edad y de niñas, J.R.H. (10) y M.L.B. (11), asentada ante la Policía de Andahuaylas el pasado 3 de mayo, habiendo hecho la labor de búsqueda su propia familia y vecinos que se solidarizaron con los padres, ya que la misma policía pretextó “no contar con combustible ni personal”. Y para colmo de males, estos tampoco activaron la “Alerta de Emergencia” con la consiguiente difusión de la desaparición en medios de comunicación, transporte, paneles publicitarios, operadoras de telecomunicaciones, sociedad civil y comunidad en general, previsto en el artículo 13 del Decreto Legislativo 1428 y su reglamento, sobre “medidas de atención en casos de desaparición de personas en situación de vulnerabilidad”.

¿Es que acaso no aprendimos con sangre la lección del secuestro, violación y asesinato de “Jimenita” (11), cuyo asesino el “monstruo de la bicicleta” César Alva Mendoza, la captara antes que ingresara a una dependencia policial en “San Juan de Lurigancho”, donde llevaba cursos vacacionales? Con aquel caso todos en el Perú nos conmovimos, al extremo que dio impulso a una gran marcha en Lima, capital del país, exigiendo justicia.

Y como siempre, acciones paliativas desde el Estado, Interior anuncia la remoción del personal de la Comisaría de Andahuaylas y la intervención de Inspectoría de la misma PNP, cuyos resultados NUNCA CONOCEREMOS, en tanto que para Defensa basta un escueto comunicado lamentando lo sucedido y deslindando con el asesino confeso Maicol Oscco Quispe (23), quien pertenecía al glorioso Ejército Peruano pese a contar con denuncia de violación de un niño (9) en el 2013 y que estaba libre. ¡INDIGNANTE!

Presidente Vizcarra, ¿quién responde por lo sucedido en Andahuaylas?, ¿una policía sin recursos para hacer su labor? ¿Qué otros Osccos habrán en el Ejército? Posiblemente si estos crímenes sucedían en Lima, hubiese generado titulares de prensa a cada momento, enlaces en vivo desde el lugar de los hechos, etc., pero como bien dijo Valdelomar, para muchos “El Perú es Lima…”