Necesidad de fortalecer la economía nacional
El 2023 ha sido desventurado. El Banco Central de Reserva informó que el PBI cayó al 0.5%. Es consecuencia de la imprevisión de los gobernantes que no proveyeron diversos factores; se sumó el vocerío de los políticos electos que no centraron sus acciones en resolver los problemas nacionales. Hay menos exportaciones de productos agroindustriales, pesqueros, mineros, han disminuido las edificaciones. Consecuencias: aumento de la desocupación que genera informalidad y pobreza. El mismo BCR espera una recuperación del 3% del PBI el 2024 aunque de acuerdo con los reportes del Banco Mundial se crecerá el 2.5%. Para que haya realmente crecimiento de nuestro PBI se requiere, primero incentivar a los empresarios nacionales y que vengan nuevos inversionistas. Así se reabrirán centros de trabajo cerrados como consecuencia de los discursos y acciones de políticos gobernantes que no han comprendido la necesidad de garantizar el interés de empresarios de defender sus inversiones; por ende, no se han reabierto centros de trabajo, ni se ha instalado nuevos para que produzcan más bienes (productos) incentivados con el incremento de la minería, pesca, agroindustria, textileria, etc., los que con valor agregado satisfagan los mercados nacionales y principalmente los internacionales que requieren de productos peruanos. Con inversiones habrá necesidad de cada vez mayores cantidades de trabajadores estables con dignas y racionales remuneraciones que permitan satisfacer las necesidades familiares con vida humanamente digna.
Además, el Estado recaudará mayores cantidades en impuestos consolidando su economía para atender las necesidades nacionales de salud, educación, vivienda, seguridad ciudadana, etc., y estabilizando el valor adquisitivo de nuestra moneda evitándose mayor inflación. ¡Con pobreza no desarrolla un país! Los empresarios estarán obligados a respetar las leyes y el derecho de la población. Existe experiencia internacional. Si persisten en no entender ni cambiar sus confrontaciones políticas y/o ideológicas (si inteligentemente las tienen), el Ejecutivo y el Legislativo irán camino al desastre político. Consolidando la economía nacional se evitará se incremente la inflación y recesión; mejoraran los servicios públicos. Es el único camino a la extinción de la pobreza. Hacerlo les posibilitará un campo político estable donde podrán debatir sus propuestas de cambio o no de la constitución, promulgación de legislación que garantice un estable bienestar del pueblo. Éste, si persiste la pobreza, no discutirá “las propuestas políticas” sino que el hambre se extenderá y la población saldrá a las calles. Habrá revueltas; no revolución. ¡Es hora que los políticos sean sensatos! Es importante e imprescindible la inversión de capitales provenientes de la actividad privada y estatal.
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