Muñoz Wells: Un año perdido para Lima o “Villarán 2”
El desarrollo de los acontecimientos de este agónico 2019 ha sido vertiginoso y envenenado. Hemos tenido desde la disolución no constitucional de un Parlamento hasta la lamentable desaparición física de un expresidente, acosado fiscal y judicialmente sin mayores elementos. También hemos contemplado la prisión preventiva de Keiko Fujimori y de César Villanueva. Podríamos decir que la trama Java Jato y su instrumentalización política de parte de un sector de la fiscalía es lo que ha dominado la escena. Todo ello ha concentrado la atención de la ciudadanía, de los partidos, de la prensa y analistas políticos.
Esto ha tenido un gran y afortunado beneficiario: Jorge Muñoz Wells, electo por Acción Popular como alcalde de Lima Metropolitana quien en menos de 48 horas cumplirá nada menos que un año al frente de la ciudad capital. La coyuntura le ha permitido una comodidad bastante generosa, sin que la mirada pública se centre en su incapacidad y nula iniciativa. Bien podríamos calificar al exburgomaestre de Miraflores como una nueva versión de Susana Villarán.
Durante su gestión no se ha avanzando en absoluto en la lucha contra la criminalidad, campean los asaltos callejeros, los autos robados, los homicidios; el transporte día a día se vuelve más caótico y la solución del “pico y placa” demuestra no aportar mucho a la eliminación del problema. No hay una sola obra visible que mostrar o un ambicioso proyecto de infraestructura en marcha y lo peor es que nadie desde la sociedad civil o el debate público lo emplaza a decidirse a gobernar efectivamente. Es, para todo efecto práctico, un año perdido para Lima y el sueño de “Limaflores” se convierte cada semana que pasa en una broma de mal gusto.
Para redondear lo nocivo de su ejecutoria pública ha empezado a seguirle el amén a Vizcarra respecto a la prédica contra el Parlamento disuelto y a dar consejos en la misma línea que el moqueguano. Es decir ahora pugna por ser vocero de la corrupción y el autoritarismo instalado en Palacio de Gobierno.
Parece que el tema en Acción Popular no es casualidad, ya que una de las regiones que menos presupuesto ha ejecutado es la de Cajamarca, la que tiene al frente al acciopopulista Mesías Guevara, que además es uno de los líderes de una importante facción en el Partido de Belaunde y es, sin duda, de los vizcarristas más notorios dentro del grupo de los actuales gobernadores regionales.
Cusco, al mando también de Acción Popular, no va mucho mejor que Cajamarca.
Parece que detrás de la marca de la lampa, que innegablemente ha avanzado y en la que la gente ve alguna expectativa, se esconde una tremenda improvisación y falta de cuadros para gobernar efectivamente. De un modo u otro aquello se refleja también en lo ligera de su lista parlamentaria y su indefinición frente al Gobierno, al que nunca cuestionan o critican.