Mulder y su responsabilidad por las desafiliaciones de apristas

Algunos referentes apristas —específicamente exparlamentarios que, en conjunto, suman 62 años de labor congresal— han anunciado su intención de volver a ocupar escaños. Persisten, con todo derecho, en liderar orgánica y políticamente al partido. Sin embargo, en esa insistencia olvidan dos elementos fundamentales: la voluntad mayoritaria de las bases y la necesidad de que la política se renueve no solo en su mensaje, sino también en sus interlocutores y formas. Tan alejados están de la realidad, que incluso han utilizado espacios públicos para presentar una plancha presidencial, lo cual pone al PAP en riesgo de ser sancionado por el Jurado Nacional de Elecciones.
Hoy en día, la ley electoral, los medios y, sobre todo, las redes sociales, exigen una transparencia comparable a la de una urna de cristal. Ya no es posible actuar bajo la lógica de los años noventa, cuando una maniobra dudosa o un “caballazo” podían pasar desapercibidos. Actualmente, cualquier falta estatutaria puede dejar fuera de carrera a un partido político.
La renovación debe venir acompañada de un mensaje de moralización. Cuando una mayoría significativa (7 de 12) del pleno de la Comisión Política Nacional tuvo conocimiento de la venta irregular de un local destinado al funcionamiento de nuestra histórica “Tribuna”, la reacción de Mulder fue alarmante. Con documentación cuestionable y sorprendiendo al Registro de Organizaciones Políticas (ROP), procedió a remover a tres miembros de la CP —incluyendo a quien escribe estas líneas— y al personero legal nacional. Dicha transacción, por 600 mil dólares, benefició presuntamente al entorno más cercano de Mulder, representado por Germán Luna, su mano derecha, quien figuraba como beneficiario de los cheques.
Después de dos años de disputa legal, el pleno del JNE resolvió por unanimidad (5 a 0) que los directivos removidos de forma antiestatutaria debían ser restituidos. Esto implicó que todos los actos realizados por el personero ilegal fueran nulos de pleno derecho. Como bien señala el principio jurídico, lo accesorio sigue la suerte de lo principal. No eliminar las inscripciones hechas por este personero —como solicitó el auténtico personero en 2023— generó serias consecuencias, entre ellas, la desafiliación de aproximadamente 5,500 apristas, según reportes de la Secretaría Nacional de Organización.
Las afiliaciones cuestionadas fueron realizadas por una Comisión de Inscripción nombrada por una mayoría espuria liderada por Mulder, violando nuevamente el estatuto, que asigna esa competencia exclusivamente a la SNO. A pesar de ello, tanto la SNO como la PL están trabajando para solucionar un problema que no fue originado por ellas.
La falta de perspectiva, de propuesta programática, la derechización del partido y la cercanía con el fujimorismo hacen urgente un recambio generacional con unidad. Impulsamos un retorno al aprismo de izquierda democrática, al movimiento nacional popular que supo ganarse el corazón y la conciencia del pueblo peruano.
La corriente de renovación que promovemos tiene como misión moralizar la política, alejar a la estrella de prácticas autoritarias y devolverle su dignidad histórica con una voz nueva en 2026.
#HayaVive #ElApraVuelve

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