Miguel Grau y los intereses del Perú
Miguel Grau Seminario, el héroe del Combate de Angamos que ayer recordamos en su 145 aniversario, está en lo más profundo de nuestro imaginario colectivo.
Desde niños lo reconocemos como el “Caballero de los Mares” por la grandeza de su actitud, con un enorme sentido de humanidad, al ordenar, sin pensarlo dos veces, el salvamento de los náufragos chilenos de la caída Esmeralda, quienes, ante su inefable nobleza, al unísono exclamaron: “¡Viva el Perú generoso!” Siendo, además, por ella, reconocido como “Precursor Calificado del Derecho Internacional Humanitario”.
Se trata del héroe nacional que ostenta la altísima membresía de “El Peruano del Milenio”, y por esas elevadas razones, la Marina de Guerra del Perú, en el marco de su 203 aniversario de creación, lo ha celebrado, junto al pueblo peruano, en el merecidísimo tamaño de especial acontecimiento.
Adherido a Grau está el glorioso monitor Huáscar, también en el imaginario colectivo nacional, y que yace en la condición de trofeo de guerra conservado por Chile en Talcahuano (Concepción), por lo que jamás se pide o reclama.
Hacerlo sería una ofensa a la memoria de quienes perdieron la vida heroicamente en el buque, con el inmortal hijo de Piura a la cabeza. Si el Huáscar algún día regresa al Perú será porque Chile decida devolverlo, algo que, por cierto, no sucederá porque es parte constitutiva de su memoria colectiva de la victoria; sin embargo, en el remoto caso de que ello ocurra, entonces lo será para quedarse para siempre entre nosotros, y en ese instante deberá ser hundido por respeto a los caídos.
El Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú (IEHMP), creado en 1973, al que me honro en pertenecer como Miembro de Número, reconociendo la enorme figura del Gran Almirante, cultiva con creces nuestra calidad marítima y, con ese objetivo, contando siempre con el valioso apoyo e impulso de nuestra Marina, ha iniciado, con su presidente, Contralmirante (r) Cristóbal Miletich de Souza Peixoto, el desarrollo de un decidido despliegue de difusión académica y pedagógica por el país sobre las ventajas para el Perú de adherirse a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982, tratado del que hasta ahora no somos Estado parte.
Este loable objetivo que se ha propuesto el prestigioso Instituto, integrado por honorables civiles y militares definidos por su profunda mística marítima y naval, será, a mi juicio, el mayor homenaje al héroe de Angamos, pues significará atender y empoderar al Mar de Grau desde el derecho internacional del mar y a lo largo y ancho de sus 200 millas, ganadas a pulso y por décadas junto a Chile, Ecuador y Colombia.
Y ahora, más aún, que con el megapuerto de Chancay, de inminente inauguración, corresponde imperativamente el fortalecimiento de nuestra política nacional marítima de la mano del actual sistema internacional de los océanos, que no es otra cosa que la Convención del Mar, siempre pensando en los intereses nacionales.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.