Megapuerto de Chancay, clave para el futuro del Perú

El Callao es región muy privilegiada; cuenta en su circunscripción con puerto y con un aeropuerto. Además los más emblemáticos del país. Podría dar un salto cualitativo muy grande, como algunas potencias económicas extranjeras, con poco territorio pero con esas características. Lamentablemente cuestiones incomprensibles lo han impedido, por ejemplo la no ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, bastante postergada, y también el hecho de que en el puerto no se ha invertido casi nada después de que se invirtiera en grúas pórtico y el patio del muelle sur, esto durante el 2010, con Alan García.

El Perú requiere por tanto alternativas para potenciar su comercio más allá del Callao. Sin duda una apuesta fundamental en esa dimensión es el Puerto de Chancay; una megainversión de 3 mil millones - en la lógica de inversión china de engranar su “ruta de la seda”- y que nos daría una ventaja portuaria competitiva respecto a Ecuador, Colombia e incluso Chile y evidentemente fortalecería nuestra mirada Asia-Pacífico. El puerto de Chancay contaría con cuatro muelles, un rompeolas de casi 3 kilómetros y otro más pequeño darán seguridad a la “Zona Operativa Portuaria” y un túnel para el tránsito de carga pesada de casi 2 kilómetros. Movilizará alrededor de 1 millón de contenedores en la etapa inicial. Ampliaría nuestra capacidad comercial de manera importante y generaría divisas y empleo directo e indirecto. Es una inversión chino-suiza (Cosco-Glencore). El Puerto de Chancay además potenciaría a la Macro Norte y Centro del Perú de una forma importante, abriendo posibilidades inexistentes hasta ahora. Cambia el dibujo social y económico nacional. Por cierto no incluye ni requiere fondos públicos.

Como todo lo positivo e interesante que se estaba desarrollando en este país, el proyecto del Puerto de Chancay está siendo golpeado por la incapacidad y falta de decisión de Pedro Castillo y su entorno poco inteligente y corrupto. El Gobierno no puede facilitar el diálogo y la solución a algunos reclamos que se resolverían vía reubicaciones y acuerdos colectivos o privados. Le da la espalda a esta situación y pone en peligro esta inversión y el horizonte que trae consigo.

Empiezo a asumir que detrás de algunas manifestaciones bastante focalizadas y el ruido que generan existe un interés constructor diferente que puede estar pretendiendo sabotear este y otros proyectos. Quizás algunos que han tenido problemas legales en el Perú ya. No sorprendería. El tema es grave y desde la sociedad civil debemos exigir que no se ahuyente las inversiones que traen desarrollo. Es increíble que “Las Bambas” esté bajo ataque y últimamente el Puerto de Chancay también. Lamentablemente no hay gobierno.

Cuando estuve en algunos países de Asia pude ver lo importante de la planificación urbana y de megainfraestructura. Ciudades enteras incluso se construyen previo a ser habitadas. El Perú no ha puesto en el debate público cuáles serían sus “10 grandes obras”. O 20 o 5. Eso está ausente del escrutinio mediático. Estoy convencido que si empezamos a hablar de esto, dentro de estas realizaciones de gran ingeniería estaría el Puerto de Chancay, sin la menor duda. Amén del túnel de Ticlio, el tren de la costa, el proyecto hidroeléctrico Corina, entre otros. Hay que impulsar y defender estos proyectos.

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