Megaproyectos en Perú: el Puerto de Chancay

En esta tribuna del Diario Expreso hemos expuesto con perseverancia la importancia de la "agenda social", vale decir la resolución o abordaje de los reclamos del pueblo productor y de sectores sociales determinados que han sido abandonados en la última década por el Gobierno central y -aún más- por los gobiernos regionales y locales.

Están ausentes del debate público: una propuesta de auténtica revolución agrícola para los productores del campo de menos de 5 hectáreas, una alternativa para la formalización de la pequeña minería, los pescadores artesanales no son escuchados, los emprendedores son abandonados a su suerte, el magisterio ha sido timado por Pedro Castillo, nadie habla de la familia policial y militar. No se levanta una voz potente que exija justicia social alrededor del costo del crédito financiero, del costo de los medicamentos, del abusivo esquema previsional, de la reducción de vivienda social, etc.

Todo ello es clave, pero también debemos entender que para generar recursos para atender estas cuestiones el país debe plantearse al menos 10 megaproyectos que impulsen el crecimiento, empleo, la recaudación y permitan fondos para abordar nuestra agenda social. Para señalar sólo 4 posibles para el debate: el tren de la costa, el túnel de Ticlio, el proyecto hidroenergético Corina, la ampliación de la frontera agrícola en un millón de hectáreas cuando menos.

Dentro de los que tienen que estar considerados como parte de estas 10 grandes obras para el futuro del Perú debe estar sin lugar a dudas el Megapuerto de Chancay. Inversión chino-suiza que proyecta invertir casi 4 mil millones de dólares en sus 3 etapas, lo que va a significar casi 2 % del PBI nacional. Se podrán recibir embarcaciones de hasta 18 mil contenedores. Todo ello como parte del concepto del gigante asiático de la "nueva ruta de la seda", una apuesta de ellos por impulsar infraestructura y relaciones comerciales con África, Asia, Europa y Latinoamérica.

El puerto de Chancay permitirá a toda la región Lima Provincias desarrollarse de manera agresiva por el nivel de inversión que allí ocurrirá. Un boom para las provincias norteñas de otras regiones del país que también lo harán. Amén de abrir la puerta a las zonas productivas de otros países del Atlántico que podrían mirar con mayor facilidad al Asia a través de nuestro puerto que entraría a competir con los más consolidados del continente. Si a ello le sumamos la posibilidad de construir un tren que de salida hacia el Pacífico y venga desde Brasil, las posibilidades se potencian de manera estratosférica.

Hemos de mencionar que esta inversión es enteramente privada. El Estado no colocará ni un dólar. Tampoco habría que entenderlo como una competencia para el Callao sino más bien la ampliación de nuestras posibilidades competitivas a nivel internacional. En todo caso los que sí podrían preocuparse con fundamentos serían Chile pues el Perú se posicionaría como una ruta más atractiva de arribo que ellos.

Siempre que el Estado, en cuanto al cumplimiento de la ley -laboral, ambiental, etc.-, cumpla su rol con severidad respecto a las inversiones de toda bandera, incluidas por supuesto las chinas, no habrá que temer respecto al tema del Megapuerto de Chancay. Es una gran oportunidad que debemos velar que se consolide. "Saber tratar con el capital", señaló con acierto el maestro inmortal Haya de la Torre.

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