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Fecha Publicación: 27/09/2023 - 22:50
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Siempre hemos expresado nuestra desconfianza en la ruta política de la ahora presidenta Dina Boluarte, porque no hemos olvidado que ella arribó al poder como vicepresidente del desastre llamado Pedro Castillo, pero, enarbolando los postulados contenidos en el famoso plan de gobierno de Perú Libre cuya autoría se atribuye a Vladimir Cerrón, en el cual se consigna un programa totalitario con clara e inequívoca influencia del Socialismo del Siglo XXI que terminó agrupando a todos los movimientos violentistas y terroristas, entre los cuales se hallan Sendero y el MRTA.
En dicho plan se estableció que el poder no lo ejercería quien asumiera la presidencia o alcanzara un escaño en el Congreso, sino que todos obedecerían a los mandatos del llamado Partido Comunista del Perú, Marxista Leninista y Mariateguista. Solo faltó que sustituyeran el Mariateguista con la frase “por el luminoso sendero de José Carlos Mariátegui” para identificarse plenamente con Sendero Luminoso.

Sería ocioso repetir lo que ese plan contiene sobre política interna, porque ya Pedro Castillo lo fue poniendo en práctica de la manera más grosera, corrupta y desestabilizadora hasta su fallido intento de tomar por asalto el poder total. En política externa definía claramente que un gobierno de Perú Libre apoyaría y se integraría a los países vinculados al Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla, lo que explicaría la razón por la que nuestra diplomacia sigue siendo tan contemplativa y cándida con agentes cubanos, bolivianos, venezolanos y demás etcéteras, que vienen actuando e impulsando la conflictividad social en el país.
El gobierno de la señora Boluarte ha zanjado con Pedro Castillo, pero no con la ideología ni el programa contenido en el plan de Perú Libre. Ella no es propicia a la inversión privada, ni a la minería a gran escala, ni siquiera a la agricultura y, en servicios públicos, su gobierno es una nulidad; ni qué decir sobre la seguridad ciudadana. Ya es evidente que no le interesa el quebranto económico en curso ni la pobreza que se avecina. No tiene planes de contingencia para nada.
Pedirle un cambio de ruta es como pedirle peras al olmo. En el Congreso, con la torpeza de agrupaciones políticas que se dicen democráticas, terminó fortalecido Perú Libre, especialmente, Vladimir Cerrón quien, con sus declaraciones, parece ser el que dirige la política nacional. La señora Boluarte, por su parte, ha entronizado en el Ejecutivo a gente que siempre ha estado en el poder con gobiernos antisistema, empobrecedores y marcadamente antimineros y contra la gran inversión privada: su visión sigue siendo puramente estatista.
Si Castillo nos hizo pasar vergüenza y media con cada declaración y discurso, con la señora Boluarte no la pasamos mejor. En el exterior nos hizo quedar por la pata de los caballos.
La zurda hace su juego. La guerra hoy es por el control del sistema de justicia.