Más de lo mismo

Insistimos en nuestra percepción respecto a que el Ejecutivo, desde su asunción al poder, ha conformado sucesivos gabinetes ministeriales por decisión expresa del presidente de la República y cada primer ministro, con personajes altamente cuestionables y sujetos a una innegable vocación de servidumbre política, sin personalidad propia, pero dispuestos a dejar hacer y dejar pasar todo lo que, desde la sombra del poder, se decidía para el copamiento institucional y control absoluto del poder político.

Siempre hemos sostenido que ni al presidente ni a su entorno visible o invisible le interesaba colocar gente de calidad para ejercer una buena gestión pública en base a políticas muy bien definidas, porque ya es un hecho que el empobrecimiento general no les interesa en modo alguno y, si el Perú sobrevive, no es por el Gobierno sino por la inercia positiva de su inserción económica en el mundo y del nivel que han alcanzado las exportaciones en minería, agroindustria, pesca y otros bienes y servicios que se desarrollaron con inversión privada garantizada con estabilidad jurídica y ciudadana.

Sin embargo, el nivel de confianza internacional para invertir en nuestro país va cayendo peligrosamente por los problemas que todos conocemos porque parece que el problema con las comunidades adyacentes a grandes proyectos mineros tampoco es de interés para solucionarlos y casi siempre el corredor minero del sur queda bloqueado o cuando se habla de una segunda reforma agraria que pone los pelos de punta a los productores agropecuarios o cuando se genera una confrontación política en torno a una nueva Constitución, entre otros.

También dijimos que en el conglomerado político que llevó al presidente Castillo al poder iba a producirse una implosión entre los maoístas, castristas y caviares, desconociéndose todavía hasta qué nivel ha llegado la influencia del Vraem.

Esta confrontación se ha centrado contra los llamados caviares quienes, repentinamente, han pasado a una oposición muy crítica del gobierno y sus seguidores que aceptaron ser ministros o altos funcionarios, están renunciando y denunciando los actos de ilegalidad que comete el régimen.

Justamente, caído el gabinete de la señora Mirtha Vásquez, cuyo mayor mérito ha sido golpear a la minería y destrozar a la policía, el Presidente ha juramentado como nuevo primer ministro a un señor que no tiene rumbo político porque habiendo sido aprista pasó por otras agrupaciones y terminó adhiriéndose al sector de la derecha que lidera el señor López Aliaga en donde integró el grupo de postulantes al Congreso obteniendo una curul para, luego, renunciar y pasarse a Somos Perú y el Partido Morado, dando luego el último salto para unirse al congresista Bermejo, renunciante de Perú Libre y líder de una nueva bancada cuya bandera es una Constituyente.

¿Es confiable un primer ministro con esos antecedentes? Definitivamente no. y sobre los otros ministros, dime con quién andas…

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.