Más de cien días de contradicciones

Tras una inamovilidad social de más de 100 días, en donde los errores y contradicciones han sido más que los aciertos del Gobierno e inclusive de la propia población, que en un inicio acató las medidas y luego se desbandó y asaltaron las calles, la cuarentena se ha convertido en una utopía.

El Poder Ejecutivo decidió la reapertura del comercio, con medidas sanitarias como disminuir el aforo al 50%, la prohibición de ingreso de menores de edad y la toma de temperatura a la entrada, sin embargo, esto se vio ensombrecido por un vendaval de denuncias de subregistros de muertes que triplicarían la cifra oficial dada por el Ministerio de Salud.

Los registros oficiales de muertes por coronavirus difieren de la información suministrada por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). Mientras que el Minsa informó que al 24 de junio hay 8,586 fallecidos, el Sinadef contabilizó cerca de 25 mil, es decir tres veces más. Tiempo atrás, el ministro de Salud, Víctor Zamora, admitió ante la Comisión de Salud, de Fiscalización y de seguimiento a las acciones de Covid-19 del Congreso de la República, que “en todos los países existen diferentes grados de subregistro. No existe voluntad de ocultar esa información, pero puede haber debilidades en cuanto a la calidad del registro”. (?). Lavada de manos cual Pilatos.

Inclusive el Financial Times reveló que existían alrededor de 8 mil muertos más que la cifra oficial y el presidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, reconoció que el Gobierno maneja un “registro incompleto”.

Una serie de factores sociales hacen incontenible reducir la pandemia, Perú ya es sexto en el mundo con más casos de infectados y entre los principales errores están la nula fiscalización inicial en los mercados que generó aglomeraciones y focos de contagio, las ayudas sociales que originaron grandes colas en los bancos, lo acontecido con el transporte público, con los vendedores ambulantes que tomaron por asalto algunas calles de la capital, la falta de responsabilidad y criterio de la población, esto sumado a un sistema de salud colapsado desde hace décadas.

El ministro de Salud señaló que luego del 30 de junio, fecha en la que finaliza la cuarentena, no todas las medidas restrictivas se van a levantar y que el toque de queda se mantendrá con un horario diferente. Contradiciéndolo, el ministro del Interior, Gastón Rodríguez, sostuvo que sería perjudicial que se levante la inmovilización social obligatoria al sostener que el número de contagios se vería en aumento; pero el ministro se olvidó que la gente ya está en la calle como si no pasara nada, basta con ver los paraderos atiborrados de gente y/o los centros comerciales con grandes colas y nuevamente el infernal tráfico limeño.

Tratando una vez más el Poder Ejecutivo de confundir a la población, los mismos ministros se contradicen: mientras que el de Salud afirma que finaliza la cuarentena, el del Interior dice que debe continuar…