Marina de Guerra, vientos favorables en la institucionalidad del país
El día viernes último la Marina de Guerra del Perú llevó a cabo su relevo institucional al asumir la Comandancia General el Almirante Luis Polar Figari, pasando al retiro el Almirante Alberto Alcalá Luna por mandato de la ley. Con Alcalá pasa al retiro el Vicealmirante Herbert Del Álamo Carrillo, ambos pertenecientes a la promoción Escuela Naval 1985, quienes conformaron en los últimos dos años el alto mando naval.
El liderazgo del Almirante Alcalá ha sido fundamental para la institución naval, dado los difíciles momentos que le tocó vivir al país bajo la presidencia del corrupto Castillo. Su gestión se caracterizó por el profesionalismo, la honorabilidad y la lealtad a la Marina y a la Patria. En esas aguas turbulentas, el jefe de la Marina saliente supo conducir a su institución manteniendo firme el timón, con el apoyo y lealtad de sus subordinados. Basta recordar sus firmes palabras pronunciadas en ceremonia castrense el año pasado, cuando nada hacía avizorar el triste fin del régimen nefasto:
“Los marinos de guerra, conscientes de la historia de nuestra patria, de sus tropiezos y de sus éxitos, tenemos la clara convicción de que no nos apartaremos ni por un instante de los mandatos constitucionales, ni de la ley, asegurando a nuestros compatriotas que la Marina de Guerra del Perú es imperturbable centinela del estado de derecho, de la constitución, de las leyes, del respeto a los derechos humanos (…). jamás permitiremos que el estado de derecho sea quebrado y que nuestros niños y jóvenes vuelvan a vivir el terrorismo, doctrina de muerte que aún continúa fomentándose por algunos insensatos, pretendiendo generar odio en un país que ya ha aprendido mucho de que aquello no conduce a nada”.
El jefe institucional entrante Luis Polar, quien seguía en el escalafón y pertenece a la promoción Escuela Naval 1986 de la que es su primer puesto, se graduó con altas calificaciones en la Escuela Naval Annapolis de la Armada de EE.UU., en la que fue becado. Su nombramiento es consecuencia de su muy reconocida trayectoria profesional, lo mismo que la del Vicealmirante Ernesto Colunge Pinto (ESNA 1986) con quien conformará el alto mando naval a partir de ahora. Polar pertenece a una antigua tradición naval familiar que se remonta a 1930, puesto que su padre y su abuelo fueron distinguidos almirantes muy recordados por su profesionalismo y firmeza de carácter puestos a pruebas en momentos difíciles para el país, además de sus tíos y hermanos que vistieron el uniforme naval.
En su mensaje de asunción de mando, Polar señaló lo siguiente:
“A nuestra sociedad le expreso que puede sentirse segura que su Marina se mantendrá cumpliendo con el mandato constitucional, repostando la ley, la democracia y los derechos humanos, y siempre al lado de la honestidad”.
La Marina de Guerra del Perú ha dado a conocer importantes proyectos de modernización en los que viene trabajando y que tiene entre sus objetivos, además de su rol fundamental que es el de asegurar nuestra soberanía en el mar y aguas continentales, promover la industria naval como una prometedora alternativa de desarrollo económico y social, mediante el incentivo de la inversión en esta industria, en armonía con la Política Nacional Marítima vigente, para beneficiar a miles de familias con la creación de puestos de trabajo directos e indirectos.
Hoy que tanto se aboga en el país por instituciones dignas de respeto y eficientes, la confianza que en su ámbito de acción nos inspira la Marina, a través de sus líderes reunidos en el alto mando naval y en el Consejo Superior de Marina, es ejemplo de esa institucionalidad incólume tan requerida para la continuidad y fortalecimiento del estado de derecho y la vigencia de la Constitución en nuestro amado Perú.
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