Marchas y contramarchas de Mazzetti

La esperanza de un cambio en la estrategia para la detección temprana de infectados con Covid-19, en base al uso de las pruebas moleculares, está cada vez más lejos y varios peruanos van muriendo día a día. Pilar Mazzetti, la ministra de Salud, ha osado de ser una esperanza a fungir de escudera del presidente Martín Vizcarra y de sus predecesores, pese a la nefasta gestión del Ejecutivo en la pandemia. Una primera señal de revelar la verdadera cantidad de muertos, no duró sino horas, pues no le permitieron más que sincerar en un porcentaje menor el número de fallecidos. Hasta hoy las cifras oficiales no condicen con la cantidad de muertos en el Perú en relación al año pasado.

Luego trascendió la existencia de un supuesto enfrentamiento dentro de la Presidencia del Consejo de Ministros en relación al uso de las pruebas moleculares para la detección temprana de infectados. Pero, hoy nuevamente dando pasos en reversa, ha declarado que solo se deben hacer pruebas moleculares las personas que presenten síntomas, lo que significa renunciar a la posibilidad de lograr el corte del contagio. Resulta indispensable encontrar a los infectados asintomáticos y para ello se deben usar las pruebas moleculares, no hacerlo significa el continuismo de una estrategia que falló en muestro país y que ha cobrado la vida de compatriotas.

Basta ya de psicosociales, de confundir a la población, que si el asintomático contagia o no, ya se sabe en el mundo entero que sí, póngase a trabajar y defina de una vez estrategias para la detección temprana de infectados y sus contacto con el uso de pruebas moleculares. No tenemos tiempo para perder, cada peruano cuenta y su vida merece ser salvada, y si solo quiere cumplir la función de escudera del Presidente, pida otro cargo más alegórico, necesitamos un Ministerio de Salud que vire del sendero de muerte en el que los peruanos nos encontramos.