LUM: narrativa y desinformación
El 7 de enero de 2025 el Gobierno dio por concluida la designación de Juan Manuel Burga Díaz como Director del Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM), hecho que hubiera pasado desapercibido si no fuera porque recibió inusitada atención al ser considerado una “destitución”, por los medios de prensa afines a las corrientes de izquierda y progresistas, además de sus manifestaciones durante una entrevista.
Burga fue director del LUM desde 2018, y es considerado “una figura clave en la promoción de los valores de memoria y derechos humanos”, sus expresiones cobran importancia pues desnudan un modus operandi orientado a modificar opiniones y cuestionar la percepción de los hechos, reforzando determinadas creencias y prejuicios, creando una corriente de opinión dominante, donde quien piense diferente es sometido a la “cancelación”.
Al preguntarle ¿No teme que desaparezca el LUM después de su destitución?, respondió: “Es mejor que desaparezca, a que le cambien la NARRATIVA y se vuelva en un museo de Chavín de Huántar …”, luego manifestó “la memoria…la presento tal como está…El LUM no presenta la historia…presenta la memoria”; y tiene toda la razón al expresarse así, resultando imprescindible aclarar que significa “memoria”, dentro de la narrativa, para entender lo manifestado por Burga.
Desde el punto de vista comunicacional, la narrativa no describe la historia en sí misma, sino más bien cómo se recuerda y se interpreta, es decir “narra” la memoria; la narrativa es la manera en la que se ordena y se divulga esa memoria. Expresado de otra manera, la narrativa no es una representación objetiva de la historia, sino una interpretación subjetiva de la memoria que se tiene de esa historia.
Eduardo González Calleja, en su libro “Memoria e Historia”, describe el uso social del pasado en los proyectos políticos, particularmente en lo que atañe a los usos y los abusos de la memoria, acondicionándola a sus intereses e ideología, “la memoria se parece a un palimpsesto cuyo contenido está sometido a subversivas modificaciones”.
La desinformación es considerada como una amenaza a la democracia, donde la “narrativa” ocupa un importante lugar. En el Perú, la narrativa es un elemento imperioso en la creación de una cultura de paz y una real reconciliación, relatando la historia sin sesgos; no debe incluir elementos subjetivos con el propósito de moldear creencias y valores que faciliten la penetración de ideologías y activismos, esto para evitar el trastorno de los valores democráticos y el fomento de la desafección hacia aquellos que los defendieron, particularmente policías y militares.
Desde este punto de vista, resulta irresponsable, en la construcción de una memoria colectiva que nos una como peruanos, permitir que unos pocos difundan intencionalmente una memoria selectiva o peor aún, una memoria distorsionada. La expresión sobre el LUM “…y se vuelva en un museo de Chavín de Huántar….”, no hace más que reflejar el temor de no cambiar nuestra percepción, al desnudarse las estrategias de desinformación de las organizaciones radicales de izquierda.
Cuánta razón tiene el Almirante Carlos Tello, héroe de la operación Chavín de Huántar al manifestar “La guerra contra el terrorismo ahora también es cultural. No podemos quedarnos callados …”. Que la memoria se guíe por los hechos históricos y sirva para hacer del Perú “Firme y feliz por la Unión”.
Por Contralmirante Aníbal Cueva López
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