Los venezolanos en la mira
No se entienden los recientes anuncios de la presidenta del Perú, Dina Boluarte, sobre los venezolanos en nuestro país. Refiriéndose a los más de millón y medio que se encuentran a lo largo y ancho del territorio nacional, ha dicho que “les vamos a caer”, en el afán de identificar a aquellos que no declaren sus ingresos, con lo cual quedarían en la circunstancia potencial de delincuentes, sabiendo que su estadía en nuestro país sigue dominada por la informalidad. Sin embargo, jamás debe identificarse informalidad como sinónimo de delincuencia.
¿Cuál es, entonces, la conexión con el gravísimo problema de la inseguridad ciudadana en nuestro país, una patética realidad que hasta ahora nadie resuelve y que algunos buscan aprovechar para desestabilizar al país politizándolo? A primera vista, parece que en las declaraciones de la mandataria se sugiere que la agudización de la criminalidad tiene una directa vinculación con los venezolanos que llegaron a nuestro país en los últimos años. ¿Deberíamos concluir, entonces, que la inmensa mayoría de ellos delinque o que son los extorsionadores que ven incrementadas sus cuentas por el dinero obtenido del delito cometido?
Es conveniente recordar que el porcentaje de extranjeros, y entre ellos de nacionalidad venezolana, que delinquen en el Perú no llega ni al 1% del total de los que se encuentran en nuestro suelo. Esta regla porcentual se repite con la migración africana o asiática hacia Europa, o la migración latinoamericana hacia los Estados Unidos. Por tanto, ¿es acaso la estrategia nacional contra la delincuencia revisar las cuentas o movimientos financieros de los extranjeros, cuando ni siquiera somos capaces de contar con una logística mínima para tener certeza del número de foráneos (venezolanos) que han sido empadronados, como fue la medida dictada por este gobierno en su momento?
Si alguien tuviera una bola mágica y lograra detectar que los movimientos por remesas de extranjeros son asombrosamente relevantes, lo primero que tendríamos que decir es que se trataría de una muy buena noticia. Esto confirmaría que la inmensa mayoría de venezolanos trabaja para salir adelante frente a la adversidad generada por el dictador Nicolás Maduro, y no que dichos movimientos financieros provienen de la criminalidad. Deberíamos alegrarnos, entonces, porque el envío de remesas mueve la economía del país.
El asunto de los alquileres a extranjeros merece el mismo razonamiento lógico que acabo de exponer, por lo que me relevo de mayores comentarios.
Apoyando mi vocación institucional y reconociendo lo poco que se hace bien, como en el sector Defensa, donde se ha decidido comprar aviones de combate para no volver a ser nunca más un país vulnerable como en el siglo XIX, desde la academia afirmo, sin hipotecas, que en el combate contra la criminalidad estamos realmente de cabeza.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.