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Los peajes de Susana y su corrupción de 10 palos verdes

Fecha Publicación: 07/07/2019 - 21:30
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Los peajes de la corrupción son el símbolo de la hipocresía de una izquierda criolla que gobernó la ciudad de Lima con inmensa ineficiencia e improvisación; pero además pensando en el provecho personal y no en ser coherentes con esa reiterada y publicitada honestidad y superioridad moral con la que suelen estafar de cuando en cuando y avanzar electoralmente. No existe legado rescatable en la capital de esos cuatro años y más bien mucho perjuicio. Refleja la realidad la afirmación de que la gestión de la izquierda criolla, más usualmente llamada "caviar", ha sido la peor en Lima Metropolitana y la más inmoral y delictiva. Lo curioso es que el gobierno nacional de los Humala también se rodeó de mucha de esta gente, de estos falsos progresistas y también descubrimos luego cuánta corrupción existía alrededor de la pareja, ahora nada más nos acabamos de enterar de los sobornos alrededor del Gasoducto. Parece que no es casualidad.

La gestión de Villarán, Castro y demás joyas dejó hipotecada a la ciudad de Lima por 40 años con unos peajes que para todo efecto práctico limitan la libertad de tránsito sin ofrecer beneficios concretos a la urbe y peor aún con la posibilidad de incrementar arbitrariamente sus tarifas. Es decir han sido técnicamente poco sustentables, una estafa. La única razón para esta absurda y antitécnica renegociación fueron –qué duda cabe– los millones de dólares que la ex alcaldesa ha confesado recibir de los brasileños. Hoy sabemos que 10 "palos verdes" de coima los pagan los limeños, en especial en Lima Sur y Lima Norte a través de esos peajes. Esto es inaceptable e indefendible.

Esta monstruosidad ética y legal perpetrada por la organización criminal de "Las chalinas verdes" debe anularse, no negociarse. Muñoz debe hacer algo al respecto o la ciudadanía va a incrementar su descontento hacia él, que grandes méritos tampoco está haciendo. Hace unas semanas mostró una actitud firme, pero luego parece que ha retrocedido, esperemos que no sea por presión de algunos intereses que han podido llevarlo a la alcaldía.

Respaldar las luchas por la anulación, comandadas, entre otros por el alcalde de Lurín Jorge Marticorena en el cono sur, como por Isrrael Ulfe en Lima Norte, es importante y fundamental, pues es una plataforma popular y de justicia. El incremento del patrimonio de Villarán y secuaces no lo deben pagar todos los limeños, peor aún los de menos recursos.